El cacereño barrio de San Blas se encuentra a escasos minutos andando de la plaza Mayor. Pero, pese a su céntrica localización, los vecinos sienten que han sido abandonados desde las instituciones locales.

José Pablo Morales, camarero del Bar Salas, se queja de la necesidad de realizar un «lavado de cara al barrio». Morales cuenta que «las aceras llevan años sin ser arregladas, no obstante, yo veo como en otras partes de la ciudad sí se ha cambiado el acerado». Este camarero no está solo en sus peticiones, Jacinta Pablo, trabajadora de la librería Ceres reitera el mal estado del acerado, además, demanda que «se haga algo con el cruce, porque ya se ha comprobado que es peligroso». Sin embargo, esta petición no es nueva, pues los vecinos del barrio llevan años reclamando la construcción de una rotonda en el cruce de la ronda del Matadero con la calle Ceclavín.

La mayor parte de los residentes coinciden en la necesidad de mejorar el pavimiento de las carreteras y la señalización, en especial la de las calles que rodean a las llamadas Casas Populares en la que hay una ausencia casi total de indicaciones de tráfico.

Asimismo, Jacinta asegura que es indudable que el Parque Valhondo no está siendo aprovechado en su totalidad, «se deberían realizar más actividades para niños y mayores». Marta Jiménez, trabajadora de la farmacia situada en la calle Ceclavín, coincide con ella. Marta afirma que «el mal estado del césped en Valhondo hace que los niños no puedan jugar allí, además a eso hay que sumar el hecho de que los perros anden sueltos por el césped, con todo lo que ello conlleva porque puede haber pulgas o garrapatas».

Maria José Serrano, dueña de la farmacia, explica que otra de las principales carencias del barrio es la inexistencia de una oficina bancaria, «antes había una sucursal de Liberbank, ahora solo queda el cajero».

Sin embargo, las demandas por mejorar el barrio no impedirán que los vecinos disfruten este fin de semana de sus fiestas. Las tradicionales roscas de San Blas cederán paso a las verbenas las noches del viernes y sábado. Además, el viernes tendrá lugar la cena de socios en la que se homenajeará a los socios mayores de 75 años. Las fiestas finalizarán el domingo, 23 con una misa en memoria de los socios ausentes en la parroquia de San Blas.