El recinto ferial vivió ayer la clásica jornada de comidas de empresa. San Fernando puso la mesa en casetas como María Bonita, Capote o la Casa de Andalucía, que albergaron almuerzos para cientos de comensales. El Grupo BNI Fundadores Cáceres, por ejemplo, celebró en María Bonita una comida para más de 120 personas. «Esto para nosotros es trabajo también, llevamos tres años reuniéndonos en este día. Hoy --por ayer-- hemos compartido un desayuno, ahora comeremos y luego disfrutaremos de una actuación musical», comentó Diego Hernández, director de área de BNI en Cáceres y responsable de Grúas Eugenio, que recalcó que todo el menú debe ser de la tierra. «Hasta el vino es extremeño», concluyó.

Como en María Bonita, la Casa de Andalucía, que abrió sus puertas ayer tras la inauguración oficial en la que estuvo presente la alcaldesa, Elena Nevado, y parte de la corporación municipal, también tuvo ajetreo durante el mediodía. Además de los grupos de amigos, algunas empresas aprovecharon para almorzar con varios de sus clientes. «Llevamos ocho años haciendo esto. Somos personal de una empresa que ofrece un servicio de un área concreta y los clientes de ese área vienen cada año a comer con nosotros», valoró Jesús, que catalogó el de la comida de empresa como «el día más peligroso» de la feria porque «no sabes como vas a acabar».

Por su parte, Capote, otra de las casetas con más actividad ayer, albergó desde las 14.00 horas un almuerzo solidario a favor de Divertea, que puso a la venta pulseras realizadas por los niños de la asociación y papeletas con las que se accedía a un sorteo de regalos en el que se rifó un viaje de un fin de semana para dos personas en cualquier parte de España. Con la compra de cada papeleta (tres euros) además de entrar en el sorteo se degustaba un plato de paella y un tubo de gazpacaho. A eso de las 15.00 horas, Divertea había recaudado ya cerca de 400 euros. «He fabricado 300 papeletas y ya llevo vendidas más de la mitad», reconocía satisfecha Rosa Simón, presidenta del Colectivo.

Empresarios y clientes, amigos y familiares, disfrutaron ayer de la gastronomía de San Fernando en una tradicional jornada que estuvo marcada por el intenso calor. Para eso esta la feria, para refrescarse por dentro. Hoy, mucho más.