La corredera de la plaza de San Juan lleva ocupada desde el siglo XVI como lo que era una continuación de la zona comercial que existía entonces en la plaza Mayor. San Juan ha formado parte siempre del centro comercial histórico de la capital cacereña, donde vivía gente acomodada y predominaban los negocios.

Hace casi un siglo, concretamente en 1925, se encontraban en la plaza comercios tradicionales como la carpintería de Rafael Conde, el abogado León Leal Ramos, la notaría de Gabriel Alvarez, el comercio Primitivo Solana de Joaquín Meléndez, la relojería de Fernando Cezón o la consulta del médico Manuel Madrigal, entre otros. Comerciantes y emprendedores que levantaron sus negocios en lo que ahora es plena ciudad monumental.

Hoy en día el comercio en San Juan no corre peligro gracias, en parte, a la situación estratégica que ocupa la plaza, rodeada de establecimientos hoteleros y con la plaza Mayor, el ayuntamiento y el Museo Municipal situados en vías aledañas. "Es una calle de mucho paso de peatones, con lo cual es beneficioso para cualquier negocio", descubre Judith Torres, dueña del herbolario Polen, abierto hace apenas dos meses donde se ubicaba la tienda de alimentación Campón.

A su lado, Daniela Cortijo inauguró hace un par de años, el 3 de septiembre del 2012, su peluquería. "Quería abrir en el centro para aprovechar las ventajas que te da el tránsito de turistas. Muchos vienen a bodas u otros eventos y solo por eso ya entran en mi peluquería", revela.

19 NEGOCIOS En total existen en la plaza 19 negocios en funcionamiento, mientras que tres locales se encuentran cerrados, en disposición de alquiler. Un hotel, una tienda de artesanía, una pescadería, seis restaurantes, un herbolario, una peluquería, un par de joyerías, una tienda de bordados, una tienda de deportes, otra de ropa, una papelería, un kiosko y una tienda de souvenirs copan hoy en día el comercio en San Juan.

Aunque los empresarios de la zona no están siendo estrangulados por la crisis, el principal inconveniente en el que coinciden la mayoría de comerciantes de San Juan es la falta de aparcamientos para la entrada de vehículos, algo que, sin duda, repercute en la llegada de clientes procedentes de los municipios de la región o turistas de otras partes del país. "Si habilitaran más plazas de aparcamiento a lo mejor podríamos recuperar esa clientela que ha dejado de venir desde los pueblos porque tiene imposible dejar el coche en el centro", confiesa Dionisio Caballero, dueño de la joyería Caymo. Además, Caballero incide en fomentar el pequeño comercio en el centro. "Los cacereños tendrían que comprar más en Cáceres y no en Madrid o en otras ciudades próximas", subraya.

A día 1 de enero del 2014 habitaban en San Juan 1.109 personas, según el análisis de las cifras de población que publica anualmente el ayuntamiento. 45 cacereños menos que en el 2013, lo que supone un decremento de más del 4%. Entre los habitantes, el grupo predominante son los varones y mujeres de edades comprendidas entre los 35 y los 65 años, que representan un 43,82% del total.

Así, el futuro del comercio en San Juan parece no correr peligro aunque los empresarios se han tenido que ajustar más que nunca el cinturón.