Era ya noche cerrada cuando los ´grandes´ del cine español comenzaron a llegar al Gran Teatro, donde un año más el especial brillo de los premios San Pancracio, con los que la Fundación ReBross reconoce el trabajo de cineastas y actores, dieron luz propia a su entorno.

Los calurosos aplausos con los que el numeroso público que se congregaba en la zona recibió a los galardonados en esta su décimo séptima edición, y que se hicieron especialmente sonoros a la llegada de Carmen Machi, hicieron saber a los congregados en el interior del teatro que los premiados pisaban ya la particular alfombra roja cacereña.

Especialmente aclamada fue en el exterior la llegada de Carmen Machi, que ayer se sintió en esta ciudad como en su casa. Y es que, como diría al recibir el premio, se siente un poco cacereña, "pues algo que muchos no saben es que viví de pequeña en Cáceres, en el número 1 de la calle Santo Domingo". Y mientras en el exterior el público hacia especial a Carmen Machi, que con cordialidad atendió a cuantos la requerían para un saludo o la firma de un autógrafo, en el interior lo fue la presencia, para muchos inesperada, del actor Luis Tosar, protagonista de Celda 211 , ganador del Goya al mejor actor. El sería el encargado de entregar el premio San Pancracio al mejor director a Daniel Monzón, que en su intervención tras recoger el premio daría su apoyo público a Cáceres 2016, e incluso anunció su intención de filmar una película en esta ciudad "que me ha sorprendido y cautivado".

Hay que decir que Luis Tosar, que le acompañó, se ha convertido en habitual de estos especiales premios de cine, pues además de que fue ganador del premio al mejor actor en la edición del Festival Solidario de Cine Español de Cáceres del año 2008, también compartió con los ganadores del año pasado la noche de la gala de clausura.

La encargada de conducir la de este año fue una Rosa María Sarda que haría escapar más de una carcajada al público. Para ella fue "una alegría y un gran placer ejercer de conductora de esta fiesta", y para los asistentes lo fue escuchar sus intervenciones a lo largo de la hora y media larga que duró la gala de este festival con la que, no hay que olvidarlo, la Fundación ReBross sigue refrendando su apuesta por la promoción del cine español, al tiempo que apoyando con fuerza las causas solidarias.

Fue, sin duda, una noche brillante y especial, algo que todos los galardonados supieron reconocer y agradecer a los promotores, "por su entrega y dedicación, su gran defensa y apoyo al cine español, y el maravilloso trato que dispensan a todos".

Y fue también una noche emotiva, en la que muchos de los galardonados, como la extremeña María Ballesteros, no pudieron contener las lágrimas.