Un cacereño de pro fue el encargado de pregonar ayer a la Virgen de la Montaña. Santos Benítez Floriano (Cáceres, 3-6-1957), miembro de una saga familiar muy conocida en la ciudad y director del Centro de Menores Julián Murillo, glosó anoche en su pregón la fe que sienten los cacereños por su patrona. Y lo hizo con cariño, respeto y devoción, recreando los momentos más intensos que rodean al novenario y contando algunas experiencias personales, como el accidente que con sólo 16 años pudo costarle la vida cuando cayó disparado al vacío, precisamente en la sierra de la Mosca.

El pregón es un acto de gran relieve en la ciudad y que tradicionalmente sirve de antesala a la procesión de bajada de la patrona con motivo de su novenario. Un año más, el Aula de Cultura de la Caja de Extremadura en la calle Clavellinas fue el lugar escogido por la junta de gobierno de la cofradía para celebrar este acontecimiento.

Entre los asistentes se encontraban el obispo de la diócesis de Coria-Cáceres, Ciriaco Benavente; el alcalde, José María Saponi; el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar; el coronel jefe del Cimov, Antonio Domínguez Valor; el coronel Luis Iglesias o el mayordomo de la cofradía, Jesús María Larrazábal.

El pregonero de la Virgen fue presentado por el mayordomo de la cofradía del Nazareno y también jefe de la policía local, César García González, que repasó la trayectoria personal y profesional de Santos Benítez Floriano y lo definió como "un hombre bueno". El director de la Cadena COPE en Cáceres, Florencio Bañeza, hizo las veces de mantenedor de un acto en el que el grupo polífonico Dicantus interpretó piezas medievales y renacentistas.