Mi amiga Mari Carmen es una CATOVI (cacereña de toda la vida). Y Pepe, su esposo, no digamos. Desde hace muchos años viven en Badajoz de manera que su paseo mañanero incluye una parada en El Corte Inglés de la avenida de Conquistadores. Mayormente para ver. Un día iba a comprar unos calzoncillos de cachemir, de los que tanto presume Pepe, cuando se topó con la sección de música. Recordó que a una de sus hijas le gustaba mucho una canción y decidió comprarle la cinta. Se dirigió a un vendedor. "Quiero esa cinta que tiene una canción que dice: "Señora Margarita, José Romero". Al vendedor no le sonaba. "Como no me dé más datos...". Ahí va un dato: "Es de sevillanas". Ni por esas. "¿Quién la canta?". Pues su hija, no te fastidia.

A continuación, el vendedor llamó al encargado. "¿Conoces tú una sevillana que dice señora Margarita, José Romero?". El encargado, que era un carroza, sólo conocía Con un sorbito de champán. Suspendieron las ventas de todas las secciones y convocaron una reunión urgente de vendedores, encargados y productoras musicales. Nadie conocía la tal canción. "Señora, esa canción no la tenemos". ¡Cómo que no! "Pero si aquí la ponen mucho y la he escuchado tantas veces que me la sé de memoria". ¡Ah!, la solución. "Pues si se la sabe de memoria, haga el favor de tararearla". Y Mari Carmen, muy decidida, tarareó como una María del Monte cualquiera: "Señora Margarita, José Romero".

Y es que mi amiga lo hizo con tanto arte que mereció las ovaciones del personal y el público presente. Y también cachondeo: "Que vaya a Operación Triunfo", corearon algunos clientes en el local. El jefecillo se compadeció de ella y, aguantando la risa, le explicó después: "Es que la canción no dice señora Margarita, José Romero, sino sueñan las margaritas con ser romero". Pues a mí me gusta "whither sale of pale" pero, por el amor de Dios, no me la pidas.