TMte perdí a la Oex interpretando Finlandia de Sibelius, el Concierto Para Violín Opus 35 de Tchaikosky y la Sinfonía nº 2 de Rachmaninov (si termina en v es que está traducido del ruso, y si lo hace con dos ff , como en el programa de la orquesta, del alemán), o sea, que me lo perdí (tenía fiebre, espero que no la del cerdo) todo.

El lunes fue el centenario de la muerte de Albéniz (su vida da para filmar una muy buena película de aventuras ¡Amenábaaaaar!) y se le recordó con un concierto del señor Duque donde se interpretó la Suite Iberia , también me lo perdí (misma fiebre). Albéniz está de moda, pero no siempre fue así, y es que esta piel de toro es múuu cainita

Esto dijo Albéniz: "Yo no sé si mis obras son buenas o malas, lo que sé es que en teatros de primera categoría del mundo civilizado se estrenaron con éxito y las solicitaron con ahínco, y para ello no tuve que pasar ante un comité de expertos o una junta de dirección artística. Me quedaré con el disgusto de que no me conozcan en mi patria, y ustedes con el gusto de que yo desista dar a conocer mi arte". Supongo que habría bebido un poco de tintorro, o que simplemente estaba hasta el gorro de los "listos", que generación tras generación, trepan hasta puestos de responsabilidad sin tener ni repajolera idea de ná. Por cierto, murió Antonio Vega (nunca me gustaron los Nacha Pop, yo era más de Kortatu por entonces) y el viejito Benedetti, al que un músico extremeño, Manuel Cobos, tiene dedicado un disco, Patria es Humanidad .