Un talud o una pared de hormigón. Esa es la cuestión que separa a PP y PSOE en la actuación en la calle Río Tíber, que ayer visitó el concejal de Infraestructuras, Miguel López, con las ediles populares Guadalupe Díaz y Elena Nevado. La visita estaba motivada por las críticas del PP a la modificación del proyecto de intervención en la zona, que se aprobó en la legislatura anterior y que contemplaba, mejoras en el pavimento de la calle Río Tíber, 120 aparcamientos y un parque junto a la vía. El desnivel existente entre la calle y la zona ajardinada se salvaba en el proyecto inicial con unos muros de hormigón, que se han sustituido después por un talud.

El edil de infraestructuras, Miguel López, explicó ayer a este diario que el cambio "vino motivado por una decisión técnica porque consideraron que era una mala solución para salvar el desnivel". Se optó entonces por cambiar el hormigón por zona verde, que "ha dotado al parque de más zonas ajardinadas y aceras más amplias en la calle", señaló López.

Por su parte la edil popular, Guadalupe Díaz, cuestionó que "se decidiera eliminar el muro de contención y ampliar el acerado a costa de suprimir el número de aparcamientos", que estaban previstos en batería y se han habilitado en cordón. Los populares van a estudiar el proyecto modificado para evaluar si son razonables los cambios inluidos.