La realización ayer de tres pruebas selectivas para cubrir temporalmente 24 plazas de la consejería de Cultura de la Junta de Extremadura desembocó en airadas protestas de los aspirantes por su desorganización y denuncias del sindicato UGT por supuestas irregularidades en el proceso, extremo éste que se desmintió desde la consejería. "No se ha vulnerado el derecho de nadie y se ha respetado escrupulosamente el procedimiento", aseguró la jefa de los Servicios Territoriales, Esperanza Díaz.

Los 24 puestos ofertados son para las sustituciones de verano del personal en varias dependencias de la consejería: 16 plazas de vigilantes de museos, 5 de vigilantes de bibliotecas, una de vigilante de la Ciudad Deportiva y otras dos para edificios de Jerte y Baños de Montemayor.

El lugar de examen previsto era el Museo de Cáceres (Las Veletas). Las pruebas estaban convocadas por una oferta genérica, el procedimiento de urgencia que tiene la Administración para cubrir ciertos puestos cuando se ha agotado la bolsa de empleo y que se abre a cualquier desempleado.

AFLUENCIA IMPREVISTA Más de 500 personas se presentaron a la convocatoria, lo que desbordó las previsiones originando los problemas y retrasos de hasta cuatro horas en el inicio del examen. "Sólo se habían previsto exámenes para 50 personas y tuvieron que hacer turnos. Ha sido un desastre absoluto", valoró Mercedes Valle, representante de la Federación de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT).

La jefa de los Servicios Territoriales reconoció que se habían desbordado las previsiones. "No esperábamos tal afluencia, los precedentes que teníamos eran de unos 40 aspirantes, por eso habíamos previsto un lugar con un aforo de unas 50 personas", manifestó. El museo se quedó por lo tanto pequeño. La primera prueba, para las 16 plazas de vigilante de museos, tenía más de 300 aspirantes, por lo que se crearon 6 turnos y el último, empezó el examen sobre las 13.00, cuatro horas después de la prevista, las 9.00.

Además de la demora, algunos aspirantes expresaron su queja por la "desorganización" general. "Se ha ido la luz, la gente hablaba durante el examen, no tenían suficientes y se han filtrado las preguntas. Los de mi turno las sabíamos cuando hemos entrado", relató una de las aspirantes que prefiere mantenerse en el anonimato.

También hubo protestas porque supuestamente solo iban a permitir el acceso a las pruebas a los aspirantes convocados por el Servicio Extremeño Público de Empleo (Sexpe), aspecto que negó Esperanza Díaz. Esta aseguró que fue un "malentendido" al pedir que los del Sexpe entraran antes porque tenían que presentarse a otra prueba. "Han hecho todos la prueba", argumentó la jefa territorial de Cultura. Sobre las filtraciones, también denunciadas por UGT, dijo que se había garantizado el secreto de los exámenes evitando que se mezclaran los turnos.