Desde hace unos meses los vecinos del número 10 de la calle Hermanos Romero Ruiz, en la Ronda de San Francisco, se quejan porque en los sótanos de su edificio se está construyendo un local comercial en el que se abrirá una gestoría. "No entendemos cómo les han dado la licencia para abrir un local cuando en nuestras escrituras ese espacio no figura como tal, sino como un anexo a nuestro garaje. No queremos que se abra" indicaron a este diario algunos de ellos. En concreto esta parte del sótano está considerada en sus escrituras como aparcamiento para motos.

De hecho, según algunos documentos presentados por los residentes del inmueble, el ayuntamiento ya consideró en otras ocasiones que el local es valorado como semisótano por encontrarse su techo a una altura sobre la acera inferior a 1,90 metros. El informe dice textualmente: "el uso permitido en el semisótano es el establecido en el artículo 92 de las normas urbanísticas, es decir, aparcamiento, o alguna de las siguientes instalaciones para el servicio exclusivo del edificio como calefacción, maquinaria de ascensores, cuartos de basura, de contadores o centros de transformación".

VIVIENDAS AFECTADAS Pero a esto se une que para abrir la oficina ha sido necesario cambiar la fachada del edificio y crear una puerta por la que accederán los clientes. Estas obras han llegado a afectar las paredes de algunas de las viviendas, que presentan grietas: "a nosotros en ningún momento nos han preguntado si aceptábamos todo esto y si queríamos que se cambiara la fachada. Muchas veces hemos querido cambiarla nosotros mismos y nos lo han denegado", comentaron indignados mientras aclararon que no se trata por "boicotear" el negocio sino que quieren que todo se haga con trámites legales. "Si quieren abrir una gestoría perfecto, pero que entren por la puerta del garaje. No pueden construir una puerta porque sí, cuando siempre ha habido ventanas propias de un sótano", explicó el presidente de la comunidad, que incidió en que esta situación ya se encuentra en manos de la justicia.

El ayuntamiento asegura que la licencias de apertura de locales están muy controladas por los técnicos de los servicios municipales. "Si los vecinos se quejan tendremos que ir a comprobar si el local está dentro de la legalidad o no", indicó el alcalde en funciones, Cipriano Madejón.