TLta Comisión de Naciones Unidas para Europa ha publicado un análisis de las mejores políticas para promocionar la eficiencia energética, como motor de desarrollo económico y factor atenuante de las consecuencias del cambio climático. El impacto positivo de la eficiencia energética sobre la macroeconomía se estima entre un 0,25 y un 1% del PIB, generando entre 7 y 22 empleos anuales por cada millón de euros invertidos.

El estudio considera que son necesarios 52 billones de euros para renovar los edificios públicos europeos, lo que tendría un efecto directo sobre el empleo de 760.000 nuevos trabajos al año. Tratado ya los beneficios que reporta a la salud (reducción de enfermedades respiratorias, disconfort térmico, así como los efectos de pobreza energética que se asocian a trastornos de estrés, ansiedad o depresión, entre otros), añadiremos que también hay un efecto positivo sobre la productividad industrial al reducir los costes de producción y suministro y las condiciones laborales. De hecho, muchos proveedores lo estiman ya como oportunidad de negocio ofreciendo nuevos servicios en vez de limitarse a vender unidades de energía. En suma, los beneficios producidos por la eficiencia energética reducen a la mitad el periodo de retorno de las inversiones, estimándose la relación coste de eficiencia-beneficio en una proporción de 1 a 4.

En el caso de la edificación, responsable del 40% de las emisiones de CO2, se considera fundamental el tratamiento de la envolvente mediante aislantes adecuados, con un beneficio de 4 euros por cada uno invertido. Así mismo se recomienda reducir la demanda de energía en edificios nuevos, potenciar la calificación energética de inmuebles y electrodomésticos, que generan una sobrevaloración de los edificios con buena calificación, premiar con un complemento a la calificación a la alta eficiencia o promover una iluminación eficiente responsable del 15% del consumo y que puede reducir un 10% la emisiones. Mientras tanto nuestras políticas nacionales se limitan a transponer directivas de obligado cumplimiento sin que se generen iniciativas autóctonas.