Estoy muy arrepentido de los hechos". Estas fueron las únicas palabras que pronunció en su juicio José Luis A. B., el violador de la Madrila . Ayer fue juzgado en la Audiencia por dos delitos de violación y uno de lesiones, perpetrados el 10 de enero y el 1 de febrero respectivamente, pero él se negó a responder a las preguntas del fiscal y las acusaciones particulares.

Aunque no habló en el juicio, el procesado, en su declaración de fecha 25 de marzo, reconoció los hechos que se le imputan y por los que su abogado solicita seis años de prisión, tres por cada una de las agresiones. En todo momento la defensa se basó en su "gravísima adicción a las drogas", y por ello su letrado pidió una eximente incompleta.

Por su parte, tanto el fiscal como los abogados de las víctimas, estimaron que no proceden circunstancias modificativas de la responsabilidad, basándose en las pruebas periciales "que determinan que no existe patología mental y que, aunque es reconocida su adicción a las drogas, no hay alteración de conducta".

Para todos el procesado "hace lo que hace porque le da la gana y conscientemente", y argumentan que no ha quedado acreditado que cuando perpetró los delitos estuviera bajo los efectos de las drogas.

Por ello, el fiscal solicita para José Luis A. B. nueve años de prisión por cada uno de los dos delitos de violación y dos por un delito de lesiones a una de sus víctimas; la abogado de su primera víctima, una joven de 24 años, 12 años de prisión y cinco de alejamiento; y el abogado de su segunda víctima, una mujer de 52 años, 12 años de prisión por la violación y tres por las lesiones.

Para la primera, el fiscal solicita una indemnización de 30.125 euros (5 millones de pesetas) y su abogada, 50.000 euros (8,3 millones); y para la segunda, el fiscal pide 39.146 euros (6,5 millones) y su abogado, 90.000 euros (15 millones de pesetas).