Nace en 1973. Licenciada en Imagen y Sonido por la Universidad Complutense y diplomada como guionista en la Escuela de Cine

Virginia Yagüe es productora ejecutiva de ficción para Shine Iberia. Creadora y guionista de series como 'La Señora' y '14 de abril' --ha participado también en 'Amar en tiempos revueltos'--, co-guionista de algunas producciones cinematográficas y autora de tres novelas. La última: 'La última princesa del pacífico'. Ayer presentó en Cáceres 'Yo decido. El tren de la libertad', un documental sobre el anteproyecto de ley del aborto que no salió adelante.

--Viene a presentar 'Yo decido. El tren de la libertad', ¿Cómo surge esta idea?

--Nace en enero de 2014 con el planteamiento del anteproyecto de ley del aborto. Entonces se establece un colectivo de mujeres que decide acudir a Madrid para protestar y nosotros, desde la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA), enseguida nos damos cuenta de que teníamos que hacer algo.

--¿Cómo fue el proceso de grabación?

--Trabajaron casi 100 mujeres y obtuvimos 300 horas de grabación que luego había que visionar, además de elaborar una ruta de guión. Al final salió una película de 46 minutos que, en cuanto a la duración, está a caballo entre lo que es un corto y un largometraje.

--¿Con qué fin se realizó el documental?

--Para que la gente reflexionara. No había afán comercial, fue la contribución del CIMA en contra de la reforma y fue muy satisfactorio que al final fuera útil.

--El anteproyecto no salió adelante. ¿Se siente ganadora?

--Nos hemos sentido muy respaldadas y contentas por la resolución. Sabíamos que el documental tenía una gran acogida pero fue un subidón cuando se tumbó el anteproyecto.

--¿Cómo está el panorama para la mujer en el cine de hoy?

--Nada bien. A mi cuando me preguntan en lugar de opinar siempre suelo dar datos. En estos momentos hay un 6% de directoras y un 13% de guionistas mujeres en el mundo del cine español cuando las universidades y la escuelas de cine están llenas de mujeres. Son cifras que revelan que existe un problema evidente. Las grandes directoras que tenemos en España se dan cuenta que no hay un relevo generacional.