Las dos empresas afectadas el martes por el asalto de varios individuos que causaron graves destrozos en las instalaciones pudieron ayer reanudar su actividad con normalidad después de dos días de parón, según confirmaron fuentes de las constructoras. Desde el miércoles, las constructoras disponen de dos vigilantes de una empresa de seguridad privada para proteger el recinto de nuevos actos vandálicos. Los daños provocados en estas obras han sido valorados en 22.000 euros, sin contar los dos días de obligada paralización.

Los ocurridos en la madrugada del martes se atribuyen a un grupo cacereño de personas que se dedican a extorsionar a empresas de construcción para que paguen por la protección de sus obras y cuya actuación ya está en manos de la policía para su investigación.

Precisamente ayer, la Federación de Empresarios de Empresarios de la Construcción (Fecons) celebró una reunión en la que pretendía abordar estas coacciones que viene recibiendo el sector hace tiempo. No trascendió el resultado de dicha reunión. La Fecons tiene previsto reunirse también la próxima semana con la Subdelegación del Gobierno para tratar el problema.