A pedir de boca. La segunda jornada del Womad 2007 respondió ayer a las expectativas y puso hasta arriba el casco antiguo. Sin incidentes, con altas temperaturas y un cartel artístico en el que brillaron Cuba y Palestina, los cinco escenarios del festival acogieron 16 conciertos, los últimos aún por celebrar a medianoche de ayer en el Gran Teatro al cierre de esta edición. La riqueza expresiva y musical de cuatro continentes y la masiva asistencia de público a la ciudad monumental convivieron con la fiesta y un macrobotellón multitudinario en sus calles.

Con un calor casi de ver.ano en la plaza Mayor, los extremeños Amadablan, de Almendralejo, fueron los encargados de abrir el festival en el casco antiguo con el permiso de Ska Cubano en el Gran Teatro y las percusiones surcoreanas de Dulsori en San Jorge. Antes de las seis de la tarde, los tambores ya sonaban con fuerza en las escaleras del Arco de la Estrella y el público, tímido para la música, se repartía en grupos en Santa María y San Jorge, donde los espontáneos hacían disfrutar con improvisadas sessions y espectáculos.

Eran las primeras horas del festival en el centro y la postal de anteriores ediciones empezaba a repetirse. El botellón de la madrugada de ayer volvía a ocupar el casco antiguo mientras los operarios de limpieza se afanaban en evitar la acumulación de residuos. Conyser desplegó ayer cerca de una treintena para el dispositivo de limpieza en la zona monumental.

A medida que avanzaba la tarde, la afluencia de espectadores fue a más, en su mayoría jóvenes que se entremezclaban con ese público variopinto del festival. Los raperos palestinos DAM, de lo mejor del día, hicieron bailar en la plaza de Canilleros a la sombra de los árboles, mientras el ritmo bereber de la marroquí Cherifa llenaba San Jorge. Logró el permiso de Hassan II para cantar y apuntó por la mañana que para una mujer era "una pequeña revolución en un país con una tradición muy clara", informa Efe. En el palacio de Carvajal, otro de los cinco escenarios del festival, las colas se repitieron para disfrutar de los ritmos malienses de Afel Bocoum.

RESPUESTA MASIVA De nuevo funcionaba el formato del año pasado. Conciertos paralelos en diferentes espacios que facilitaban el trasiego y los gustos de los asistentes que, a las ocho de la tarde, habían cubierto buena parte del empedrado de la plaza Mayor en el inicio del concierto de Ska Cubano. A esa hora el sol daba un respiro y la marea del botellón crecía. Plástico o cristal, según el gusto.

En el Gran Teatro, los extremeños Qvinta Pars ponían fin a su río de voces corales ante 150 espectadores para dar paso a María del Mar Bonet, la cantautora mallorquina incombustible que no defraudó y, acompañada por un magnífico grupo de músicos, ofreció una hora de canciones para no olvidar. Por la mañana había declarado que Womad era un festival "único, por lo que supone de vivenciaspor parte de muchas personas,que conforman una mezcla deculturas e idiomas”, según Efe.Se acercaba la noche con unode los artistas más esperados delcartel de ayer, Antonio Carmonaponía los pies en el escenario pocodespués de las 22 horas paraofrecer los temas de Vengo venenoso,su primer disco en solitario.Fue el momento culmen de lajornada. La plaza Mayor presentabaun lleno casi total para escucharal músico granadinoque, con claras influencias flamencasy pop, dejó buen saborde boca. Fue el fin de fiesta en elescenario principal del Womad.Al cierre de esta edición, los raperosDAM volvían a hacer vibraral público en San Jorge.