El plan que regirá la Zona de Especial Conservación (ZEC) de los Llanos invalida las previsiones de expansión urbana de Cáceres por el noroeste y obliga a variar el nuevo Plan General Municipal (PGM), que es la actual denominación del PGOU. El plan rector condiciona el desarrollo de cuatro sectores con una previsión residencial superior a las diez mil viviendas, aunque sólo uno es de prioridad uno (a realizar en los próximos quince años). La ZEC tiene el mismo ámbito territorial que la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).

La junta rectora de la ZEPA votó ayer a favor del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de los Llanos. No fue por unanimidad y tuvo el rechazo de representantes del sector de propietarios. El plan se someterá a un plazo de exposición pública y de alegaciones antes de su aprobación por el consejo de Gobierno de la Junta, periodo en el que se podrán presentar alegaciones contra su contenido. Las normas urbanísticas de los municipios incluidos en la ZEPA deben ajustarse a este plan rector de uso y gestión.

El presidente de la junta, Andrés Rodríguez, explicó ayer que el PRUG tiene una validez de seis años y que aún está sujeto al periodo de exposición y de alegaciones. Aclaró que las restricciones fijadas para el noroeste de la ciudad, que en la zona que linda con la carretera de Casar queda dentro del uso limitado de la ZEPA, obedece a los valores naturales detectados y a la cercanía de la zona de uso restringido de Nateras, uno de los espacios más protegidos de la ZEPA, para crear un colchón de protección.

La decisión adoptada por la junta rectora determina la expansión de Cáceres. La ZEPA es uno de los inconvenientes que se ha encontrado el nuevo plan general de urbanismo, y lo que se acordó ayer es en qué parte de la ZEPA que linda con la ciudad se puede edificar, lo que condiciona el crecimiento de Cáceres por su lado norte y por el noroeste.

La primera conclusión es que con el plan rector de la ZEPA no se puede aprobar definitivamente la normativa urbanística que diseña el Cáceres del futuro, porque planifica edificar en suelo donde con el PRUG no se puede. Pero hay otra consecuencia significativa, que es la regularización de todas las construcciones ya realizadas o en ejecución que en los últimos años se han levantado en la ZEPA, como los residenciales Ronda y Proexsa, parte del campus, el polígono ganadero o la zona industrial que se urbaniza en La Mejostilla.

BORRADOR El PRUG fija lo que se puede hacer y tipifica cuatro tipos de usos del suelo. El más permisivo es el general, en el se autoriza la realización de viviendas previa elaboración de un estudio de impacto ambiental.

El borrador del PRUG, que se presentó el pasado marzo ante la junta rectora, era más restrictivo y imposibilitaba la ejecución de pisos en cinco de los nuevos sectores residenciales previstos en el nuevo plan general de urbanismo, además de en El Muelo.

Pero el plan que se aprobó ayer rebaja las limitaciones del borrador, creando una franja de suelo de uso general al norte de la ciudad. Sin embargo, altera las previsiones de construcción de pisos en el Muelo y en otros tres sectores residenciales, donde el nuevo plan general de urbanismo planifica más de diez mil viviendas. Estos sectores o parte de los mismos quedan en terreno de uso limitado, donde la vivienda no ligada a las explotaciones agrícolas o ganaderas sólo podrá autorizarse si dispone de una superficie mínima de cien hectáreas.

Sin embargo, la incidencia del plan rector sobre las previsiones de crecimiento urbanístico a medio plazo (durante los próximos 15 años) sólo afecta a la parte norte de uno de estos tres secto--

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