El ayuntamiento tendrá que tomar en los próximos días una decisión sobre qué hacer con el concurso para la gestión de la zona azul, cuya resolución ha generado dudas por las diferencias de interpretación de las empresas en las ofertas económicas que han presentado sobre el precio a pagar por parte de los usuarios por el servicio de grúa.

Las opciones son seguir con su tramitación, con el riesgo de que se presenten recursos administrativos y después en vía judicial por parte de las empresas que se sientan perjudicadas con la adjudicación que se haga, suspender el procedimiento antes de que haya propuesta y se firme un contrato, retrotrayendo las actuaciones o sacando una nueva convocatoria, o hacer más consultas, como a la Comisión Jurídica de Extremadura, con nuevas valoraciones técnicas que se sumen a los informes jurídicos y económicos que ya se han elaborado por los servicios del ayuntamiento y que sirvan para argumentar una adjudicación, sobre todo si al final es un juez el que tiene que decidir si lo hecho es correcto o no. En todos los casos y decisiones que se pueden tomar, la nueva ordenación de la zona azul tendrá que esperar.

Esto afecta a un concurso que cuando se anunció generó rechazo en parte de la población por el incremento sustancial de plazas de estacionamiento limitado que se produciría, se pasaría de 840 a 2.070 solo de zona azul y sin contar con las que se habilitarían en un nuevo espacio exclusivo para residentes en calles aledañas al casco histórico.

A esto se suman los antecedentes que hay en Cáceres con otros concursos, en especial con el del agua, en el que por sentencia judicial se obligó al ayuntamiento a retrotraer el proceso y volver a valorar las ofertas. Esto motivó un cambio en la adjudicación del agua tres años después de la primera decisión que se tomó (Canal de Isabel II sustituyó a Acciona con la que hubo que hacer una liquidación del contrato).

PERO ESTO no solo ocurrió con el agua, también con el contrato de la zona azul en vigor, en el que hubo que readmitir a Aussa y volver a valorar las ofertas, aunque en este caso no hubo cambio en el adjudicatario del contrato.

La duda que hace que aún no se haya tomado una decisión es que se debe aclarar qué criterio es el adecuado para que las empresas formulen sus ofertas sobre el precio de la grúa. Cuatro han seguido lo que se establece en el pliego y han tomado como base la tarifa que aparece en un anexo de este documento. Otras dos han hecho caso a lo que se indica sobre este punto en una aclaración posterior al pliego que se publicó en el perfil del contratante y se han apoyado para sus propuestas en la tarifa de la ordenanza fiscal. Dar por válido una u otra opción puede provocar que el adjudicatario sea una empresa u otra.

El acuerdo de convocatoria de este concurso lo tomó el pleno de la corporación, por lo que cabe que tenga que pronunciarse ahora, sobre todo si se decide no seguir para evitar males mayores con procesos judiciales. La decisión estará en unos días. El cambio de la zona azul, con más plazas, estará en unos meses.