Vive el taekwondo extremeño un momento de punto inflexión, de mutación a la espera de encontrar un nuevo camino. Se prepara para un escenario que no se ha producido en su historia. Y es que en el 2010, el que ha sido su catalizador e inspirador, Kim Young Goo dejará la presidencia de la federación regional, si cumple finalmente lo que ha anunciado a sus más directos colaboradores.

Young Goo es un venerado maestro que es considerada toda una leyenda en el mundo del taekwondo mundial. No hay muchos que, como él, tengan las máximas distinciones de las federaciones española e internacional. Hace poco recibió el noveno Dan de su cinturón negro. No hay décimo.

Su desembarco en Cáceres en la década de los 80 vino aparejada a la del deporte en la comunidad. Gestiona un exitoso gimnasio, el Tae Guk Kim, y ha sido la única persona que ha ocupado la presidencia de la federación extremeña en su historia, extendiendo su influencia a varios lugares de la comunidad autónoma y organizando numerosos torneos y exhibiciones.

Sin embargo, ya tiene 60 años y ha decidido dedicarse a sus negocios y a su familia íntegramente y lleva tiempo buscando un sustituto de consenso que cuente con el respeto de todos. "Mi intención es marcharme, dejar la gestión a alguien que pueda seguir uniendo a toda la gente del taekwondo en Extremadura", dice. Sabe que no será fácil y que su gigantesca personalidad difícilmente puede ser suplida, ya sea por alguien de origen oriental o local. Tiene miedo de que su adiós suponga una división y que el trabajo que se está realizando se eche por tierra.

PARADOJA Existe una situación algo contradictoria que acompaña la inminente marcha de Young Goo. El taekwondo está al alza en la comunidad a nivel participativo, pero no competitivo. Hay unas 500 licencias federativas y se practica en ocho gimnasios o clubs de la comunidad, con lugares especialmente emergentes como Navalmoral de la Mata, donde Natanael Torrecillas lidera un grupo pequeño, pero interesante. También en Almendralejo el maestro Kang Moon Ho tiene una gran imagen ante sus discípulos.

Muchos son los que en Extremadura disfrutan con un arte marcial que tiene 2.000 años de antigüedad desde que surgió en Corea. Pero en el plano deportivo, ningún competidor brilla en los campeonatos nacionales desde hace tiempo, con la excepción del moralo Gabriel Amado, que subió al podio en los primeros Mundiales de taekwondo para discapacitados disputados el pasado verano en Azerbayán.

"Hay que reconocer que el nivel es bajo respecto a las otras comunidades, sitios muy fuertes en los que los deportistas tienen la posibilidad de entrenar ocho o nueve horas al día. Aquí, los nuestros normalmente van con lo que pueden ir mejorando con dos horas al día. Hemos intentado hacer concentraciones con los chicos más jóvenes, pero no es sencillo", comenta el aún presidente federativo.

En Extremadura, el taekwondo se ha convertido más bien en una actividad deportiva de índole hereditaria. Muchos de los actuales alumnos del maestro Kim son hijos de otros que también lo fueron en su momento y que incluso siguen asistiendo a las clases. "Es cierto que somos un poco como una pequeña familia", cuenta, a la espera de poder observar el futuro desde una prudente distancia.