Un Juzgado Penal de Barcelona ha condenado a una multa de 16.000 euros al propietario de un área privada de caza de Lleida por utilizar trampas ilegales para capturar y matar animales de especies protegidas.

El juez considera al procesado, autor de un delito contra la fauna protegida y le condena al pago de una multa de 10 euros por día durante 41 meses, a indemnizar a la Dirección General del Medio Natural con 3.675 euros por la valoración económica de la fauna muerta, a ocho años de inhabilitación para cazar y a la clausura durante cinco años de las áreas de caza donde se encontraron las trampas y las especies capturadas.

Los hechos sucedieron en el 2007 en un coto de caza situado entre los términos municipales de Talavera (Lleida) y Argençola (Barcelona) y fueron descubiertos por los agentes rurales del departamento de Medio Ambiente y Vivienda, que encontraron un zorro vivo atrapado en dos trampas. Posteriormente los agentes observaron cómo el titular del coto colocaba varias trampas en otras zonas con el objetivo de capturar y eliminar animales salvajes y domésticos.

Para atraer a los animales el acusado ataba junto a las trampas palomos vivos, a los cuales cortaba las alas. Los agentes encontraron unas 18 trampas.