El Fondo para la Protección de Animales Salvajes (Fapas) ha advertido esta semana del peligro que supone para la supervivencia de los osos la decisión de la Unión Europea de retirar la carroña de las montañas.

Esta determinación ha hecho que, como explican desde Fapas, "en las áreas de montaña donde habitan osos la comida ha escaseado de tal manera que algunos animales parecen haberse visto obligados a un cambio de comportamiento notable".

Fapas Asturias apunta también que hasta finales de la década de los noventa, los osos generaban muy pocos ataques a las instalaciones apícolas que hay en estos territorios, pero ahora los daños de los osos a las colmenas se han multiplicado por todo el territorio cantábrico.

Esta asociación ha comprobado, mediante trabajos de seguimiento, que en determinadas épocas del año, coincidiendo con la salida de los osos de su letargo invernal, la búsqueda y aprovechamiento de carroñas de animales domésticos por parte de los osos es muy intensa.

CICLO BIOLOGICO Técnicos de Fapas han demostrado también que la falta de alimento es, junto al cambio climático, una de las causantes de la alteración que se está produciendo en el ciclo biológico de estos plantígrados.

La citada falta de alimento provoca que los osos no puedan acumular las grasas suficientes "que les sirven como reserva para soportar un largo período de inactividad y ausencia de alimentación como es el de la hibernación", indican miembros de Fapas.

Al mantenerse activos durante el invierno, periodo de intensa actividad cinegética, los osos tienen uno de los mayores peligros en la posibilidad de ser confundidos con otros animales como jabalís, ya que "las áreas oseras cantábricas son en gran parte coincidentes con las áreas donde cada invierno, se realizan cientos de batidas de caza al jabalí", explican técnicos de Fapas.