El actor extremeño Alberto Amarilla interpreta a Felipe de Francia en el montaje de El león en invierno , la obra teatral que, en versión española, estrena hoy Juan Carlos Pérez de la Fuente.

Amarilla accede al teatro después de su interpretación en las pantallas cinematográficas con la segunda película de Antonio Banderas, El camino de los ingleses .

El león en invierno fue escrito por James Goldman en 1967 para su estreno en Broadway, y es calificado como un "clásico contemporáneo", que plasma "la pasión del poder frente a la pasión del amor", según el director del montaje Juan Carlos Pérez de la Fuente, informa Efe.

La obra se representará en la Sala Guirau del Centro Cultural de la Villa entre el 25 de abril y el 13 de mayo, está protagonizada, además de por Alberto Amarilla, por Manuel Tejada (Enrique II), Enrique Arce (Ricardo Corazón de León) y Alicia Sánchez (Leonor de Aquitania), entre otros intérpretes.

Pérez de la Fuente define la obra como "un vómito del ser humano y -añadió- muestra cómo son las personas que tienen el poder pretenden ser inmortales y gobernar el mundo" aunque luego "no sean capaces de gobernar sus familias".

Esta obra de James Goldman, conocida internacionalmente gracias a la adaptación para el celuloide dirigida por Anthony Harvey en 1968 y protagonizada por Katharine Hepburn, Peter O´Toole y Anthony Hopkins, se trata de una historia concebida para el teatro.

MAQUINACIONES "En el teatro no aparecen las grandes batallas de la película, ni la reina dando de comer a las gallinas", porque aseguró que lo más interesante de esta historia son "las maquinaciones del ser humano para llegar al poder".

Sin embargo, la película ejerce un peso importante, y Alicia Sánchez aseguró haberse preguntado en más de una ocasión si estará "a la altura de otras actrices que han interpretado el mismo personaje", aunque se muestra tranquila porque es un papel "fascinante", ya que fue una mujer "reinó con tan solo trece años y era muy liberal para su época".

El director aseguró que el amor es muy importante en esta obra, y un ejemplo de ello es la pasión entre Felipe y Ricardo, de la que dice que "en el siglo XII, los que tenían poder eran mucho más liberales de lo que lo somos ahora".