Entre la realización de esta entrevista y su publicación, Alvaro Valverde ha dejado de ser director de la Editora Regional. Fue destituido el martes y tras serle comunicado su cese tuvo que pedir la reincorporación a su puesto laboral como docente. Este lunes comienza a trabajar como maestro de primero de Primaria en Plasencia.

La entrevista se realizó con motivo de la aparición de su libro Desde fuera , cuyo germen se encuentra en la enfermedad y muerte de su padre en el año 2000, cuando sobre este acontecimiento escribió cuatro poemas. El libro, que publica en la editorial Tusquets, como los precedentes Mecánica terrestre y Ensayando círculos , conforma el viaje vital de su autor (hacia sí mismo y hacia fuera de sí) y recorre el paisaje extremeño, ciudades de dentro y fuera de España, los sentimientos de la pérdida, el paso del tiempo y sus efectos.

Desde fuera es quizá el libro más autobiográfico de Valverde. "No creo --matiza-- que lo autobiográfico haya permanecido ajeno a lo que he escrito, pero con el paso del tiempo uno se para en lo que tiene que ver consigo, con su vida, y eso se debe a que es lo que mejor conozco. La poesía es lo que más se acerca a la verdad de uno".

Valverde publicó su primer libro en 1985, Territorio . Pero fue a partir de Una oculta razón , Premio Loewe en 1990, cuando su nombre se incorporó a la nómina de poetas relevantes en España y apareció en diversas antologías de referencia. En el 2000 publicó su primera novela, Las murallas del mundo (Premio Extremadura a la Creación) y cinco años después Alguien que no existe . En Desde fuera se plasman querencias de su autor. He aquí algunas de ellas:

EL VIAJE . Viaje físico y mental: a Cáparra, Suiza, Garrovillas, Rotterdam, Brujas o Yuste, su trasfondo "es el viaje de la vida". "Yo viajo poco", dice Valverde, que se ve más como un viajero inmóvil. Y si se mueve es por su cuarto, por sí mismo. Y cuando se desplaza lo hace con la literatura. En Desde fuera hay evocaciones a Borges, a Ganivet, a Stevenson o a Dulce Chacón.

EL PAISAJE . "Es un estado del alma". Ese alma sobrepone en este poemario a los paisajes del pintor extremeño Godofredo Ortega Muñoz. La sección Imaginario la componen 20 pequeños poemas escritos a partir de la obra de este artista. Fue un encargo que le hizo a él Antonio Franco (director del MEIAC de Badajoz) a otros dos poetas extremeños, Santiago Castelo y Javier Rodríguez Marcos. "Yo no conocía buena parte de la obra de este artista. Escribir estos poemas fue una manera de asumir ese lado extremeño seco, vinculado a la pobreza. Yo vengo del norte, de una zona fértil, verde; pero entendí que aquel paisaje y su trasfondo eran parte de la misma Extremadura, que constituyen una forma de ser. Esa pobreza, como dice Andrés Trapiello, que conoce muy bien esta región, es algo que nos ha preservado. Yo he rescatado esa parte que me costaba asumir".

En esa mirada a la tierra, Valverde escribe los nombres de lugares geográficos. Insiste en ello. "He perdido el miedo a nombrar los sitios propios, que te rodean, en los que siempre he vivido. Yo creo que en la poesía extremeña siguen pesando complejos respecto a nombrar los lugares, porque se piensa que pueden tener menos brillo que otros. Y digo Garrovillas o Cáparra. Y no Venecia".

EL SUR . "El sur es el verano, la luz, a veces cegadora, el ocio, la lectura, lo que te aleja de lo cotidiano. Es un estado de ánimo positivo, el reverso del melancólico". Y más allá del sur también está Tánger, la ciudad de la mujer de Valverde, Yolanda. "Solo he ido una vez, y fue algo emocionante. Me pareció que regresaba a esa ciudad, porque su memoria, transmitida por mi mujer, la tenía en mí ".

LA MUERTE DEL PADRE . "Junto a esta cama del hospital,/ utilitaria y blanca, en la que ahora/ descansa el cuerpo enfermo de mi padre,/ en este mismo sitio donde ahora/ yo mismo estoy sentado,/ estuvo un día él". Son versos de uno de los cuatro poemas con los que buscó amparo, junto con la lectura de poesía, antes y después de la muerte de su progenitor. "Fueron meses muy duros para mí, y la escritura de aquellos poemas me sirvió de consuelo".

MASCARAS . Ante el espejo, la máscara con los rasgos que ha ido cobrando con el paso del tiempo. "Es un tópico literario. Piense en Borges". Pero una máscara oculta el rostro, no es el rostro mismo. "Soy una persona pudorosa y, a pesar de ese rasgo autobiográfico del libro, sigo ocultando mucho de mí".