¿Llegan los ángeles? ¿Lograrán estos seres alados desbancar a los vampiros de Crepúsculo y sus secuaces? ¿Empiezan a estar los lectores saturados de las criaturas de Stephenie Meyer, que llevan vendidos en todo el mundo la friolera de 100 millones de ejemplares? Cierto es que acaban de llegar a España cuatro novedades desde el mundo anglosajón con entes celestiales de protagonistas y que acaba de estrenarse en España la película Legión , de Scott Stewart, donde Dios envía a un ejército de ángeles para redimir a los hombres. Pero los colmillos de los descendientes de Drácula no parecen soltar la yugular de sus fans pues solo con las ventas del sábado, su primer día en las librerías, La segunda vida de Bree Tanner (Alfaguara), la nueva novela en la que Meyer retoma su mundo crepuscular, ya se ha colado en entre los más vendidos; Eclipse , la tercera parte de Crepúsculo llegará a los cines el día 30 y las novelas con vampiros en su nómina siguen en la brecha.

Para disputar su lugar, o convivir, en el cielo literario llegan, siempre fascinantes, bellos, poderosos, imponentes y, a veces, peligrosos, los ángeles caídos, que se unieron a Lucifer cuando Dios le expulsó del Paraíso, y los nefilim, fruto de la unión carnal entre los ángeles rebeldes y las hijas de los hombres.

Toda clase de lectores

Entre las novedades, Angelology (Planeta), de Danielle Trussoni, es la única publicada en una colección de adultos. El resto son libros crossover, destinados a un público juvenil pero que atrapan a lectores de todas las edades. Es el caso de Hush, hush (Ediciones B), de Becca Fitzpatrick; Oscuros (Montena), de Kate Lauren; El desafío del ángel (Destino), de Sarah Singleton, y la recuperación de Dos velas para el diablo (SM), de Laura Gallego, famosa por sus Memorias de Idhún .

Frases como "¡Qué horror, otro libro de vampiros!", "¿No se cansan de publicarlos?" o "¡A ver si llega algo nuevo!" empiezan a aparecer en los foros de las webs especializadas, según testimonian tanto la editora de Ediciones B Lucía Luengo como Moruena Estríngana, administradora de una de estas páginas, Juvenilromántica.es. Para esta joven de 27 años, que asegura que el interés por los ángeles puede ir a más, "hay cierta saturación y cansancio del tema vampírico. Antes los lectores pedían más y más".

Mientras Rául González, editor de Alfaguara infantil y juvenil, que publica a Meyer, augura en cambio "un largo recorrido para el género vampírico", los editores se muestran prudentes, quizá porque hay pocos que no tengan algún vampiro en su catálogo. Pero sí admiten que desde Estados Unidos hay una tendencia angélica que empezó a detectarse hace más de un año. Según Berta Noy, editora de Planeta, "la moda de los vampiros ha durado bastante y es lógico que haya un relevo. Los ángeles despuntaron hace unos 15 años pero los que llegan ahora son menos angelicales, tienen un lado oscuro".

"Qué mas da si son vampiros, ángeles u otros seres fantásticos --opina Teresa Petit, directora del área infantil y juvenil de Montena--. Lo que importa es que son criaturas que viven amores imposibles o prohibidos con humanas. Es Romeo y Julieta y encarnan el triunfo del amor sobre la maldad y las tinieblas". Curiosamente no es la única que cita la tragedia de Shakespeare. También Luengo y Marta Bueno, directora de infantil y juvenil de Planeta, que apuntan a la atracción que ejerce este imprescindible ingrediente romántico y que es "la eterna búsqueda del alma gemela". Una puerta por la que entran lectores de todas las edades y mayoritariamente femeninas.

Todos coinciden también en que la fórmula de éxito pasa por el lado oscuro de estos seres, que según Bueno, "genera mucho morbo". Para Estríngana, "lo que atrae, además del chico guapo que esconde un misterio, es darle esquinazo a la muerte".