El archivo Happening Vostell, adquirido por la Junta a la familia del artista alemán ya fallecido Wolf Vostell por 2,55 millones, residirá a partir de ahora en Malpartida de Cáceres, donde el decidió ubicar hace ya 30 años su particular museo. Ayer fue presentado ayer por el consejero de Cultura, Francisco Muñoz; el director del museo, José Antonio Agúndez; y por la viuda del artista, Mercedes Vostell.

Desde una perspectiva histórica, el archivo, dijo Agúndez, consta de obras y objetos pertenecientes a tres etapas, una de entre 1962 y 1971, en Colonia; una segunda en Berlín, de 1971 a 1981; y una tercera de Malpartida de Cáceres, desde 1981.

Por bloques temáticos, se divide en ocho, de los cuales sólo la Biblioteca-Archivo Happening and Fluxus Vostell 1958-2005 consta de más de 4.500 volúmenes, 17.000 artículos de prensa nacional e internacional, 4.000 invitaciones y carteles, y 1.200 objetos variados, recopilados por Vostell a lo largo de su vida.

El archivo consta también de divisiones referentes a Grandes Proyectos, contenidos en 171 cajas de madera; de Archivo Fotográfico, con unas 30.000 instantáneas; y Archivo Documental, con 16.000 textos entre correspondencia, manuscritos, artículos, revistas y manifiestos. También hay agendas, cuadernos de dibujos y partituras; en Archivo de Filmografía unas 600 cintas; en Obra Gráfica 100 grabados originales y en Biblioteca General, unos 6.500 volúmenes.

Agúndez destacó la importancia del archivo, que, en su opinión, es uno de los mejores del mundo por la cantidad de referencias y por su contenido sobre el movimiento Happening que promovió Vostell junto con otros artistas de su época y que ocupó un lugar de referencia dentro del arte contemporáneo.

VOLVER A MORIR Por su parte, la viuda de Vostell que, por un lado, dijo sentir tristeza porque siente que al salir el archivo de su casa "es como si Vostell muriera por segunda vez", dijo que, al mismo tiempo sentía alegría por haberse decidido finalmente dejarlo en la localidad que su marido eligió para abrir el museo, a pesar de que dos ciudades alemanas, entre ellas Berlín, pujaban por el mismo. También agradeció a sus hijos, presentes en el acto, que hayan apoyado su decisión y no se hayan negado a que el archivo de su padre se quede en Extremadura.

Por último, el consejero de Cultura expresó su satisfacción por esta adquisición, la más importante hecha por la Junta, a su juicio, y señaló que con el archivo se da un paso más en el objetivo de "capitalizar el patrimonio cultural" para poder legárselo a las generaciones futuras.