Al principio, los dueños de un pequeño museo ambulante querían solo una vagoneta, pero acabaron quedándose toda una montaña rusa, llamada Zippin Pippin, que perteneció al cantante Elvis Presley (en la foto, tocando la guitarra, en 1964) por la que han pagado menos de 2.000 euros. El problema para Robert Reynolds y Stephen Shutts, socios del museo, es que tienen un mes para desarmar y llevarse la montaña rusa, de 853 metros de largo y construida en madera. La montaña fue la mayor atracción en el parque de diversiones Libertyland, que el cantante Elvis Presley construyó hace 30 años, y que alquilaba frecuentemente para fiestas privadas.