Dicen quienes lo conocieron que Raota lo consiguió todo. Desde que ganó en 1958 su primer premio hasta poco antes de su fallecimiento en 1986, fue galardonado en más de 3.000 ocasiones, convirtiéndose en el fotógrafo más premiado internacionalmente y en uno de los artistas más importantes de la fotografía americana. Desde ayer, una parte de su obra se encuentra en Badajoz, y en los próximos diez meses recorrerá varias localidades extremeñas.

La muestra Pedro Luis Raota , que se inauguró en la Sala de Exposiciones de la Diputación de Badajoz, donde permanecerá hasta el día 29, llega por primera vez a la región de la mano de Caja Extremadura, que ha conseguido que la Asociación Fotográfica Cordobesa (Afoco) ceda las 50 instantáneas en color y en blanco y negro que integran la muestra.

Los rostros, los sentimientos y la luz que descubrió Raota aparecen en esta exposición repleta de sentimientos. El desamparo, la muerte, la maternidad o la ternura fueron captadas por el artista, que consiguió resaltar lo dramático y lo cómico de la vida cotidiana de la gente sencilla.

CARRERA METEORICA Raota nació en 1934 en la provincia de El Chaco (Argentina). De orígenes humildes, se interesó desde muy joven por la fotografía, ayudado por Quique Fabrá, quien le enseñó todos los secretos de este arte. Viajó con su cámara a cuestas observando y aprendiendo.

En 1958 participó por primera vez en un concurso fotográfico en su pueblo, y desde entonces su carrera fue meteórica, según recordó la delegada de la Obra Social de Caja Extremadura, Manoli Ambrona, en el acto inaugural, al que asistieron la diputada de Cultura, Inmaculada Bonilla, y José María Varela, amigo personal del artista.

En 1981 descubre la fotografía en color que él mismo revela en su laboratorio, y poco después crea en Buenos Aires el Instituto Superior de Arte Fotográfico, que dirigió hasta su muerte.

Raota desarrolló un estilo muy personal. Los fuertes acentos de luz resaltando sobre un fondo oscuro y los múltiples matices del ser humano son su sello de identidad.

Pero lo más destacado en él "fue su humanidad", según su amigo y también fotógrafo José María Valero, quien recordó que "en base a esa humanidad sabía contactar con la gente sencilla del campo y extraer lo más auténtico de las personas". Por ello, su obra, según su amigo, está llena de sutiles matices, difíciles de captar.

"Nunca utilizó modelos al estilo, contratados. Con su sencillez se ganaba la voluntad de la gente para que posasen sin que fuera un posado. Tenía una gran facilidad para llegar al corazón de las personas", señaló.

Su obra fotográfica está repartida por el mundo.

Valero destacó esta iniciativa de Caja Extremadura y recordó su intento infructuoso de traer a Extremadura una exposición de Raota en 1983.

Esta exposición es otra actividad más dentro de la apuesta que Caja Extremadura ha hecho por difundir y apoyar la fotografía desde la comunidad extremeña, que complementa el Concurso Clics Extremadura que desde hace cuatro años celebra con gran proyección internacional, según Manoli Ambrona.