A veces puede pensarse en la facilidad de Picasso para crear. Una exposición como Los lenguajes de Picasso , que entre junio y julio se verá en Cáceres, demuestra la capacidad del artista español para mimetizarse en estilos y materiales asediando de manera constante temas y obsesiones mantenidos a lo largo de su vida.

La exposición, que mañana jueves se abre en La Coruña y podrá verse en Cáceres en el palacio de la Isla, reúne casi medio centenar de obras. Pintura, escultura, grabados, dibujos, cerámicas, carteles y libros ilustrados apuntan hacia la libertad de experimentación de un artista fundador y resumen del arte del siglo XX.

La muestra, organizada por Ibercaja, desde el punto de vista extremeño forma parte de la iniciativa de situar a Cáceres en una órbita cultural de resonancia para avalar su candidatura a capital europea de la cultura en el 2016.

Procedencia

Las obras proceden del Museo Picasso de Málaga, la colección Serra (Mallorca), de la Colección Pilar Citoler y distintas colecciones privadas, españolas, francesas y americanas. La componen dos óleos, una escultura, cinco dibujos, quince grabados, doce cerámicas, tres carteles, ocho libros ilustrados, un juguete y una joya.

Según la comisaria de la muestra, Dolores Durán, el recorrido por estas piezas "permite conocer al Picasso genio y versátil, que maneja con igual libertad la pintura y el dibujo, la cerámica y el grabado. Trabaja con nuevos planteamientos artísticos que requieren nuevas formas de expresión y nuevas técnicas". En un repaso por algunas de las piezas que componen Los lenguajes de Picasso Busto de mujer II (1954) y Figura (1968) son significativas de la búsqueda esencial de la forma por parte del artista, mientras que la escultura Femme assisse (1945), realizada en bronce, es uno de sus más seiscientos trabajos en esta disciplina.

Las tres gracias (1923) representan en la muestra al Picasso dibujante: bañistas, mitologías y retratos son algunos de los temas escogidos por el artista para ejercitar un lenguaje clásico. El Búho de madera (1969) es una de las aportaciones del Picasso ceramista junto a Corrida verde (1949, tauromaquia), Fauno caballero (1956, mitología) y Durmiente (1956, retratos), mientras que en los grabados vuelca sus obsesiones personales y artísticas en cada momento de su vida.

La muestra se inauguró en el centro cultural de Ibercaja en Huesca el 25 de noviembre y se verá en La Coruña, León, Orense, Santander, Palencia, Cuenca, Jerez, Granada y Gijón.