Que se aparten Mary y su pequeño corderito . Esa era la canción popular que, hasta ahora, se consideraba la primera grabación de sonido del mundo, realizada por Thomas Edison en 1877. Pero el laborioso trabajo de unos científicos estadounidenses presentado ayer en una conferencia en la universidad californiana de Stanford obliga a reescribir la historia y dar lo que corresponde a un francés, Edouard-Léon Scott de Martinville, que el 9 de abril de 1860, 17 años antes que Edison, grabó en un aparato de su invención En el claro de la luna .

Son 10 segundos de una grabación casi fantasmagórica, donde una voz femenina, quizá la de la hija de Scott, canta dos frases de esa canción popular francesa (disponible en www.firstsounds.org/sounds).

Melodía para el móvil

Su escucha ha sido posible gracias a la aplicación de nuevas tecnologías y, aunque su creador original nunca pretendió que la grabación fuera reproducida, el hallazgo ha provocado el entusiasmo de historiadores y especialistas en audio. Ayer mismo ya había quien estaba buscando la fórmula de convertirlo en melodía para el teléfono móvil.

Hace más de un siglo que Scott había dejado escrito su logro en un libro que él mismo se publicó. En ese escrito, el francés detallaba cómo en 1857 y 1859 había registrado en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial de París dos grabaciones de voces humanas en la distancia y de un diapasón realizadas con un aparato de su creación, el fonoautógrafo. Dos años más tarde, después de realizar mejoras en su técnica, registró en la Academia de la Ciencia la grabación de 1860.

Scott, un hombre de letras, librero con experiencia en el mundo de la imprenta, pretendía realmente conseguir una representación visual del sonido. Y por eso desarrolló su aparato, en el que una aguja se movía en respuesta a los sonidos e iba marcando las ondas de estos en un papel ennegrecido con el humo de una lámpara de aceite.

El año pasado, David Giovannoni, un historiador de audio estadounidense, Patrick Feaster, experto en la historia del fonógrafo de la Universidad de Indiana, y los dos propietarios de Archeophone Records, discográfica especializada en grabaciones antiguas, emprendieron la búsqueda de los materiales de Scott.

En un viaje a Francia en diciembre encontraron los frágiles materiales. París los escaneó y envió el resultado en marzo al Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, donde Carl Haber y Earl Cornell desarrollaron el software que ha permitido convertir el registro visual en sonoro.

Algunos expertos han querido subrayar que el papel histórico de Scott no resta importancia al de Edison, pues este se esforzó tanto en lograr grabar como en reproducir. Pero ahora cobran relevancia unas palabras que Scott --que criticó a Edison por "apropiarse" de sus esfuerzos--, dejó escritas en 1878, un año antes de morir. "¿Cuáles son los derechos del descubridor frente a los del que mejora el descubrimiento --se preguntó--. Vamos, parisinos, no dejéis que os quiten vuestro premio".