La novelista francesa Francoise Sagan murió ayer a los 69 años, de una embolia pulmonar. La escritora, que irrumpió en la literatura francesa con Bonjour tristesse en 1954, cuando tenía 19 años, falleció en un hospital de Honfleur (noroeste de Francia).

En junio de 1953 escribió en siete semanas su primera novela, de la que se vendieron cuatro millones y medio de ejemplares y que ha sido traducida a 22 idiomas. Fue la obra que le abrió las puertas de la celebridad.

Sagan, que tomó su seudónimo de la obra de Proust, nació en una familia acomodada en Carjac (suroeste) y llevaba varios años enferma. Deja más de cuarenta libros, entre ellos varias obras de teatro, además de guiones de cine y textos de canciones.

Sus novelas, que evocan personajes de la clase media alta aburridos y amorales, fueron traducidos en muchos idiomas. No sólo las obras de Sagan crearon polémicas, empezando con el deseo sexual de la adolescente protagonista de Bonjour tristesse , también su estilo de vida, aficionada al alcohol, las noches, los casinos, y los coches veloces.