La relación de la princesa Estefanía y Daniel Ducruet está ligada al agua y las tumbonas. La última imagen de él como príncipe consorte fue tomada en 1996 al pie de una piscina, en pleno acto sexual con una stripper. Diez años y un divorcio después, la pareja pasó junta el día de san Valentín en otro entorno acuático: una playa de isla Mauricio.

¿Reconciliación o relación posfamiliar de gente de mente abierta? Más allá de la intimidad de una conversación en bañador, no hay pruebas explícitas de este posidilio en las fotos de la agencia Euroimagen que ayer llegaron desde la isla del Indico.

Sin embargo, el hecho que Estefanía y Ducruet hayan sacado billete para ellos y sus dos hijos, Luis y Paulina, abonan las tesis de los analistas del corazón, que llevaban desde Navidades hablando de una reconciliación.

En verano se cumplirán 10 años de la crisis de las tumbonas, cuando Ducruet fue expulsado de palacio después de que sus fotos retozando con la stripper Fili Houteman en una piscina dieran la vuelta al mundo. La bailarina y los dos fotógrafos que le tendieron la trampa fueron condenados a seis meses de prisión exentos de cumplimiento. Desde entonces, el exguardaespaldas ha grabado un disco melódico y participó en un reality show .