´GOTHIKA´

DIRECTOR: Matthieu Kassovitz. INTERPRETES: Halle Berry. SALAS: Cáceres, Plasencia, Badajoz, Mérida, Almendralejo.

Lo mejor y lo peor del último filme dirigido por Mathieu Kassovitz (Francia, 1967) está estrechamente relacionado con él mismo, con su estilística y su modo de narrar historias. La puesta en escena de Gothika busca desesperadamente impactar en el espectador a costa de abusar de los puntos de vista falsamente subjetivos, las angulaciones extremas y los injustificados y bruscos cambios de luz.

Esta tendencia al falseamiento corre paralela a una cierta confusión narrativa en la que se entremezclan diversos elementos entre ellos tópicos explotados y apuntes interesantes en los que, desgraciadamente, los autores no profundizan.

En su apariencia más primaria, la película es una historia más de fantasmas que vienen del otro mundo para ofrecer un mensaje y ejercer una venganza. Sin embargo, la gran habilidad de Kassovitz y Sebastián Gutiérrez (guionista) sirve para que el filme adquiera una doble línea narrativa, entre el terror y el thriller. Es en esa mezcla donde podemos encontrar algunos de los aspectos más interesantes de la película: la ambigüedad moral del fantasma, la contraposición entre el terror provocado por lo desconocido y por lo más cercano y, sobre todo, la reflexión sobre el lado más oscuro que puede habitar tras un matrimonio aparentemente feliz.

SUGERENTES LINEAS Pero ninguna de estas sugerentes líneas narrativas son desarrolladas por una película abiertamente comercial que trata de epatar, de asustar. Y, ciertamente, lo consigue a ratos logrando algunas imágenes que se impregnan en la mente del espectador (la habilidad en la puesta en escena de Kassovitz es indudable). Merecen ser comentadas también las solventes interpretaciones de Halle Berry, de Robert Downey jr y de Penélope Cruz. Filme flojo, sin duda, que supera con creces los límites del verosímil fílmico, no brilla por su novedad ni por su capacidad sorpresiva pero que mantiene la atención del espectador y respeta mínimamente su inteligencia.