Foro Sur es para Cáceres uno de los encuentros más importantes con el arte contemporáneo, pero la ciudad es en sí misma una muestra de las manifestaciones artísticas de las diferentes culturas que han pasado por la región. Declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad, por cualquier rincón que mire el viajero tiene mucho que ve.

Desde la Prehistoria, Cáceres ha tenido una presencia importante de núcleos de población. En la zona sur, está la cueva de Maltravieso con pinturas rupestres del Paleolítico Superior, fechadas de 30.000 a 10.000 años a.C. La caverna está rodeada de un entorno ajardinado en el que se emplaza el centro de interpretación de la cueva. La estructura de la gruta se puede dividir en una sucesión de salas que se unen a través de varias galerías, de este modo se encuentran las salas de las Columnas, de la Mesita, de las Pinturas, el corredor de la Serpiente y, por último, la de las Chimeneas. También existe una pequeña oquedad en lo que se podría llamar un segundo piso superior, así como una antesala cercana a la entrada.

Desde 1956, año en el que se realizó el primer estudio arqueológico, han sido varias las intervenciones y estudios que se han hecho, de forma que hoy en día se ha obtenido una catalogación muy precisa del inventario de pinturas y grabados rupestres que recoge la cueva, así como de los restos materiales aparecidos en su interior. A través de estos estudios, se concluye que ha sido objeto de varias fases de ocupación y uso, que abarcan desde el paleolítico hasta momentos más recientes de la prehistoria como la Edad de Bronce.

En cuanto al conjunto de representaciones que aparece en sus paredes, ha de señalarse el importante conjunto de manos, así como representaciones zoomórficas e ideomórficas.

Por otra parte, si tenemos que destacar algún vestigio de esta época, hay que referirse a Castra Caecilia, ubicado en el entorno del Cáceres el Viejo, muy próximo al casco urbano por el noroeste. Son los restos de un campamento romano construido en el transcurso de las guerras civiles de la segunda década del siglo I a.C., Castra Caecilia, al igual que los campamentos de Metellinum y Vicus Caecilius, se hallan sobre importantes ejes de comunicación para controlar el área lusitana por parte del general Quintus Caeciluis Metellus Pius.