"Estamos como locos. Encantados". Así es como Maite Ruiz de Austri responde al teléfono cuando se le pregunta cómo se siente después de que su película de animación infantil Animal Channel se alzara el pasado domingo con la Medalla de Oro en su categoría en el Festival Internacional de Cine Independiente de Houston.

La superación de las dificultades y la pérdida del miedo al fracaso son los temas principales de esta cinta dedicada al público infantil. Tomar conciencia de que los reveses de la vida nos enseñan más que el éxito es el hilo argumental de esta producción vasco-extremeña que ha obtenido uno de los premios de cine independiente norteamericano más reconocidos del mundo y cuyo mérito e hito ha sido, sobre todo, hacerlo con un bajo presupuesto (1,3 millones de euros) y con una técnica inusual para este tipo de trabajo, el programa de animación Flash.

Animal Channel es la continuación de Qué vecinos tan animales (ganadora de un Goya en 1999) y es una historia para niños protagonizada por una pandilla de animales que tienen que pasarse a la televisión cuando su cine cierra por falta de público. Así, la cigueña Cathy, el ratón Nico o el loro africano Larry, atraen al público infantil hasta el punto de atraparlos con su música y sus historias. "Me gusta ir a las salas en las que 500 o 600 niños a la vez están viendo la película como en el López de Ayala de Badajoz. Fue emocionante porque se contagian de la música, se sienten identificados con la historia y es real para ellos lo que está ocurriendo. Es muy bonito porque cuando trabajas no piensas en que puedes llegar a conseguir esto", reconoce Ruiz.

Y es que esta es la esencia de la película: el argumento que, según su autora, brilla porque lo principal ha sido "contar la historia, una historia entretenida e interesante, con un guión muy bueno" con lo que, afirma Ruiz de Austri, "te olvidas de la animación simple y te fijas en el contenido y así, sí funciona".

De este modo, la película prescinde de la animación convencional y utiliza la tecnología del programa Flash. Esta técnica, pensada en principio para internet, permite economizar recursos, ya que se reduce el número de animadores trabajando. El resultado visual, reconoce Ruiz, "no es el mismo que el de producciones más caras". Pero, según asegura, la reacción de los niños frente a la pantalla sí es igual: "A ellos les engancha la historia", reitera.

Aparte de trabajar con bajo presupuesto, conseguir que películas como Animal Channel lleguen a los niños conlleva competir también con otras producciones más grandes, según detallan su autora y su productor, Iñigo Silva. En este caso, dado que es difícil competir en las salas, la productora Extra ha negociado su exhibición en colegios de Extremadura (donde la han visto unos 100.000 escolares) y el País Vasco. Además, a partir de septiembre llegará también a centros de Madrid y de Andalucía y se difundirá por televisión, a través de EITB y Canal Extremadura, que han cofinanciado la cinta a cambio de sus derechos de su emisión.

Todo ello es fruto del trabajo de tres años, cosecha por la que, no obstante, no se han apartado de su labor. De hecho, ya están trabajando en su siguiente proyecto: El tesoro del rey Midas , con los mismos protagonistas y otros nuevos. Y ojalá que también nuevos éxitos.