A lo largo de su dilatada trayectoria, el historiador Javier Coma ha ido desperdigando no pocas referencias sobre el tema de la caza de brujas, cuando la fobia anticomunista se cebó en un Hollywood que, a finales de los 40, dejaba de ser la fábrica de los sueños. Lo ha hecho en ensayos o diccionarios centrados en determinados autores de cómic, la novela negra o diversos géneros cinematográficos. En Diccionario de la caza de brujas (subtitulada Las listas negras en Hollywood ), Coma procede a iluminar no pocos de los claroscuros que aún se mantienen sobre aquel aciago período.

La obra, publicada por Inédita Editores y que fue presentada el pasado miércoles, consta de más de 500 voces con entrada específica. Dominan los que sufrieron el acoso del Comité de Actividades Antiamericanas (unos 350), pero también hay espacio para biografiar a quienes delataron, a los políticos que llevaron a cabo su peculiar inquisición y personalidades relevantes relacionadas de forma más esquinada con el proceso. Hay nombres de presencia obligada como John Garfield.