El cantautor Joan Manuel Serrat es el ganador del Premio Nacional de las Músicas Actuales 2009, el primero en esta modalidad que otorga el Ministerio de Cultura.

En esta primera edición del certamen, el jurado ha querido destacar su "incuestionable talento y trayectoria"; su influencia en el imaginario popular, "que ha trascendido generaciones"; su permanente presencia en los escenarios con Serrat cien por cien, y el hecho de haber puesto la música "al servicio de los grandes poetas".

El jurado del premio, dotado con 30.000 euros, ha estado presidido por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Félix Palomero, y formado también por el subdirector general de música, Antonio Garde, Rosa León, Lara López Fernández, David Novaes, Montserrat Portús, Silvia Grijalva y Alejo Stivelberg.

Pionero de la Nova cançó

Serrat nació en Barcelona en 1943. Cantautor, compositor y poeta, es una de las figuras más destacadas de la canción moderna tanto en lengua española como catalana.

Entre sus trabajos destacan títulos como Cançons tradicionals, La paloma, Per al meu amic, Retratos, Canciones de amor, La mujer que yo quiero, Cada loco con su tema, Sincerament teu, Poema de amor, Utopía, Nadie es perfecto, El gusto es nuestro (con Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel) y Dos pájaros de un tiro (con Joaquín Sabina), y canciones como Mediterráneo, Penélope, Lucía, Bienaventurados y Paraules d'amor, entre otras muchas.

Pionero de la Nova cançó, en 1968 fue elegido para representar a España en Eurovisión con la canción La, la, la, compuesta por Manuel de la Calva y Ramón Arcusa. Serrat quería cantarla en catalán y fue finalmente Massiel quien la interpretó en castellano y quien ganó el festival de la canción.

Memoria de varias generaciones

Serrat ha publicado más de 30 discos editados a lo largo de sus 45 años de carrera, tanto en lengua castellana como en catalán. Su próximo trabajo está dedicado a Miguel Hernández, Hijo de la luz y de la sombra.

"No tengo nada más divertido que hacer que seguir cantando y componiendo", ha dicho en alguna ocasión el cantautor, quien no se define ni como "oligarca" ni como "obrero", sino simplemente como "un cantautor que no puede vivir sin componer y cantar".

El mar, la tierra, la gente, la paz y el amor a las cosas sencillas han sido los ejes de una poética que para él surge de todo lo que uno conoce, experimenta, sueña o anhela. Serrat se siente orgulloso de que su trabajo "forme parte de la memoria sentimental de varias generaciones", algo que no podía haberse ni imaginado cuando empezó. Aunque para el cantante "la memoria es traicionera y dura poco", le gustaría que le recordasen sus amigos "riendo y bebiendo" y, por supuesto, su familia, "a todas horas".