El tiempo ha modificado la opinión del escritor vallisoletano sobre algunos de sus personajes. Es el caso de Mario, el marido difunto de su popular novela publicada en 1966, y de Menchu, la viuda que protagoniza un monólogo durante el velatorio. "Una lectura actual me ha llevado a revisar mi juicio inicial: creo que Mario se pasó de rosca, se mostró un marido radical ante un problema baladí. Menchu, como era frecuente en la época, no era más que una burguesita con un lenguaje mecánico, lleno de tópicos y unas ideas heredadas, pero sin ninguna tacha profunda", admite el escritor.

Pero el tiempo no sólo ha influido en el autor y en sus personajes. Miguel Delibes destaca que, después de unos años, los lectores de ´Cinco horas con Mario´ "ya no se mostraban tan unánimes en sus juicios: Mario no era el bueno ni Menchu la mala". ´Cinco horas con Mario´ está considerada como la obra culmen de la producción narrativa de Delibes. La obra fue llevada al teatro, con Lola Herrera como protagonista y representada durante años por toda España.