La militancia pudo más que la tentación. Los aficionados a la historieta no se dejaron seducir ayer por los placeres que prometía cual sirena el día soleado y acudieron en masa a la última jornada del Salón Internacional del Cómic de Barcelona. Con ese esprint final la feria cerró puertas con 95.000 visitantes, el 8% más que en la pasada edición, la del estreno en el recinto ferial de Montjuïc, y una cifra homologable a las que la cita conseguía con estrecheces en la céntrica Estación de Fran§a.

Carles Santamaria, el nuevo director de la feria, dijo que los aficionados "salieron satisfechos y con la sensación de haber asistido a un gran acontecimiento cultural".

Los álbumes más vendidos en los puestos de las principales editoriales presentes en la feria hablan de lectores con gustos francamente variados. En Ediciones B triunfaron Mundial 2006 , el nuevo desaguisado causado por Mortadelo y Filemón, de Francisco Ibáñez; La feria de la muerte , protagonizado por Super López, de Jan, y El gran libro de El Capitán Trueno , de Armonía Rodríguez.