Woody Allen llegó ayer por la mañana a Barcelona, donde este verano rodará una comedia romántica que ensalzará la ciudad como uno de los principales destinos turísticos y gastronómicos de Europa. El guión juega en torno a las relaciones que se establecen entre los turistas y los habitantes locales al seguir las peripecias que le ocurren a una norteamericana (Scarlett Johansson) que conoce a un barcelonés (Javier Bardem) durante sus vacaciones. Ellos son los verdaderos protagonistas de esta película en la que también tienen destacados papeles Penélope Cruz y Rebecca Hall.

El cineasta neoyorquino aterrizó temprano en el aeropuerto de El Prat procedente de Nueva York. Con él viajaban su mujer, Soon Yi, 35 años más joven que él, y sus hijas, Brechet y Manzie Tio. Allen no perdió el tiempo. Ayer mismo visitó el cuartel general, desde donde la empresa Mediapro coordina la preproducción del filme. Su hermana, la productora Letty Aronson, trabaja desde hace unas semanas en esta oficina ubicada en la espectacular Torre Agbar.

Allen ha adelantado su llegada a Barcelona para recoger el jueves un homenaje en la Universitat Pompeu Fabra, donde será investido doctor honoris causa. No es el primer homenaje que recibe en esta ciudad.