"Cuando salió el calendario, dijimos: a ver si podemos ir a Lleida, a conocer el Barris Nord, que es un pabellón histórico de la ACB". Dicho y hecho. Lo cuenta Cristina Mendoza, aficionada del Cáceres 2016. Ella misma, su pareja, Luis Polo, y sus amigos David Luengo y Angel Corchado merecieron un apartado especial en la prensa local de Lleida el sábado porque todos se hicieron notar, especialmente en el inicio del partido, cuando lanzaron papeles de periódico, algo que también suelen hacer en el pabellón Multiusos.

Hasta la ciudad catalana acudió el cuarteto de aficionados, que disfrutó con el triunfo en el inicio liguero tras casi 800 kilómetros de viaje. "No dormimos la noche anterior. Llegamos por la mañana, hicimos un poco de turismo, la siesta y por la noche el partido", cuenta Cristina que, como sus amigos, acompaña al Cáceres en alguno de sus desplazamientos, aunque no tan largos como el último. De la temporada pasada tienen mal recuerdo de los de Burgos, Zaragoza y Málaga, aunque, comenta, "nos ha ido bien muchas veces".

Los cuatro trabajan y su calendario laboral les permitió no perderse el debut del Cáceres en la LEB Oro 2010-2011. Y todos ellos auguran que seguirán animando a su equipo favorito a lo largo del año. ¿Ascenso? "Ojalá, aunque hay mucha igualdad y hay clubs muy fuertes, pero creo que podemos estar ahí", dice la protagonista.

Para ellos mereció la pena el esfuerzo económico y el físico de hacer tantos kilómetros, aunque parte fueran en AVE. El club cacereño, a través de su responsable de comunicación, Jorge García, les facilitó las entradas, que tenían un precio de 20 euros (5 más caras que en el Multiusos). Una buena ayuda para afrontar los gastos del fin de semana, que pasaron casi completo en Lleida, haciendo un poco de turismo y saboreando lo que mejor les supo: el triunfo. "Hay que tener muchas ganas", reconocen. Y amor a unos colores.