Sobre el papel, el que será el tercer fichaje cacereño llega en sustitución, como extracomunitaria, de Julie Forster, una auténtica referente del equipo en las dos últimas temporadas. Palabras mayores, puesto clave, en consecuencia. En realidad, la estructura del nuevo Al-Qazeres variará ostensiblemente en cuanto a forma de jugar, pues no contará con una pívot alta como el año pasado con Dubi Dacic, pero Shayla Cooper (Norcross, estado de Georgia, EEUU, 8 de mayo de 1995) será una de las jugadoras clave del equipo de Jacinto Carbajal. Fue elegida como número 13 del draft de la liga profesional estadounidense (WNBA), mide 1,88 y es muy polivalente, incluso con margen de mejora.

La contratación de la ala-pívot (puede jugar de 3, de 4 e incluso de 5) por el club extremeño de la élite del baloncesto femenino español será oficial en las próximas horas, pero como ocurriera con el caso de la escolta-alero Joy Brown (su llegada fue confirmada ayer oficialmente), este diario ha contrastado el fichaje de Cooper, que ha jugado en Ohio State los tres últimos años tras ser transferida desde la Universidad de Georgetown. En Ohio, donde coincidió con Ameryst Alston, ex del Al-Qazeres, promedió 11,6 puntos y 7,5 rebotes. Alston, que fue número 24, que esta temporada ha firmado por Gernika, le ha hablado muy bien a Cooper.

Graduada en Comunicaciones, fue elegida número 13 del draft por Connecticut Sun, pero ni ella ni su compañera Tori Jankoska (8) se quedaron en finalmente Chicaco Sky este año tras hacer la pretemporada.

BALONCESTO EN LA SANGRE / La nueva ala-pívot del Al-Qazeres es una apasionada del baloncesto. En una entrevista en el portal Ajc.com, ha explicado: «mi madre jugó al basket hasta que estaba embarazada de seis meses de mí. Yo empecé con tres años. Siempre he tenido el sueño de jugar profesionalmente, así es que cuando acabé en la universidad, empecé a recibir llamadas de agentes para ir a Europa».

«Mi relación con el baloncesto es de amor-odio», sostiene. Y lo argumenta: «lo odias porque sabes que tienes que trabajar mucho, pero luego lo amas. Mi pasión por el juego es algo que probablemente nunca tendré por otra cosa. Es como un amor a primera vista. Es tan divertido que cuando estoy frustrada sé que siempre puedo ponerme a jugar y todo cambia», afirma la estadounidense.

Mientras, el Al-Qazeres confirmó en la mañana de ayer la llegada de Joy Brown, de 24 años y natural de Guyana, con lo que tendrá pasaporte contonú. En ella también se confía como una jugadora especialmente importante de cara a la temporada, sobre todo en la faceta anotadora.

De hecho, así la definía en su nota de prensa. «Alero de 1’80 metros, jugó la temporada pasada en el Universidad de Oviedo realizando una temporada increíble en LF2. Acumuló varios MVP´s durante varias semanas, consiguiendo unos números tremendos que hacía tiempo no se recordaban en LF2. Sus 21.7 puntos, 12.5 reb y 27,7 de valoración de media le hace la máxima anotadora y MVP de la LF2 la temporada pasada. Es una jugadora muy física, gracias a su complexión atlética. Es una alero que incluso puede jugar de ala-pivot por su físico. Su capacidad anotadora y reboteadora indica que será una de las piezas importantes en el equipo».

MÁS NOMBRES / Además, Jacinto Carbajal ya tiene a la bases Mariona Martín, pendiente de la continuidad de Carla Nascimento (que se puede concretar pronto); las escoltas María Romero y Elena Corrales; la ala-pívot Miriam Forasté y las pívots Silvia Romero y Esther Montenegro, que fue el primer fichaje del club.

Con todo ello, el equipo solamente estaría pendiente de una escolta-alero, que puede ser, como el fichaje que se confirmará pronto, de nacionalidad estadounidense. En teoría, será la presumible estrella del equipo.

Aunque aún queda lejos el inicio de la temporada, en el Al-Qazeres volverán a apostar fuerte por un proyecto que nacerá bajo el signo de la humildad. El primer objetivo será la permanencia, pero sin descartar volver a repetir lo que se ha logrado en la pasada: llegar a disputar la fase final de la Copa de la Reina.