El técnico del Alburquerque, Julián Caro, confía en su bloque para intentar dar la sorpresa frente al Cacereño en su desplazamiento al Príncipe Felipe mañana. "Jugar en este estadio siempre en bonito para los jugadores, pero espero que no les pueda el miedo escénico y practiquen el fútbol que han desplegado en la recta final de la primera vuelta", afirma.

El Alburquerque inicia la segunda vuelta en Tercera fuera de los puestos de descenso, con 17 puntos, y con el equipo reforzado por las últimas incorporaciones de Waldo, Rompe, Tejeda y dos jugadores portugueses que aún se encuentran a prueba. Caro no podrá, sin embargo, contar con todos ellos, ya que causa baja por sanción Waldo, además de otros dos hombres importantes, Pedro y Rubén.

El entrenador opina que su equipo debería, por méritos propios, estar alejado de los puestos de abajo, pero varios factores se han unido para que se encuentre flirteando con el descenso. "Tenemos un pobre bagaje de puntos por las injustas derrotas en casa ante el Moralo y el Amanecer, donde el equipo fue claramente superior pero las decisiones arbitrales nos perjudicaron. Además el equipo ha ido a más y estoy seguro que en esta segunda vuelta vamos a sacar más partidos adelante", remarca.