Es una de sus mejores cualidades: minimizar los daños cuando la suerte no acompaña. Fernando Alonso se aplicó a esa tarea en Magny Cours, donde la lluvia no apareció como él deseaba. Sí lo hicieron los Ferrari. Kimi Raikkonen lideró un doblete que ayuda al bicampeón a digerir el mal trago de un fin de semana de averías. Remontó hasta la séptima plaza, cuatro puestos --y cuatro puntos-- por detrás de Lewis Hamilton, que sin disfrutar de los reglajes de su compañero como en otras carreras se quedó a medio minuto de los coches rojos: un mundo en el ecuador del Mundial.

El motor del McLaren se paró tras saltar por la chicane el viernes, una avería en el sistema de frenos le dejó sin rodar en la última sesión y la rotura del cambio en la calificación le puso muy cuesta arriba el fin de semana. Y aún peor, McLaren se descolgó con una estrategia a tres paradas que lastró a Hamilton y cercenó las opciones de remontar de Alonso. El asturiano varió su estrategia en carrera, con un primer relevo corto --había cargado poca gasolina para la crono-- y dos postas obligadamente largas, con mucha gasolina.

ACCIDENTE EN EL PRIMER GIRO Con la misma estrategia que los nueve pilotos que le precedían, Alonso solo encontró el camino de la remontada con adelantamientos en pista. No arrancó bien, pero se puso octavo en la primera vuelta, tras un accidente en la frenada de la horquilla de Adelaida que evitó por poco. El español esquivó los continuos cambios de trayectoria del Toyota de Jarno Trulli, pero Heikki Kovalainen embistió al italiano. El finlandés tuvo que entrar en boxes para reparar su Renault, mientras que Trulli se quedó en la hierba definitivamente.

Con neumáticos blandos y poca carga de gasolina, Alonso se fue a por el siguiente, Nico Rosberg (Williams-Toyota), y superó al hijo del campeón mundial en la frenada de Lycee, justo antes de la chicane de entrada.

No tardó en alcanzar a Nick Heidfeld, pero el rápido piloto alemán y la potencia del BMW llegaron a desesperar al asturiano. Lo intentó varias veces en los dos puntos de adelantamiento, Adelaida y Lycee, pero Heidfeld no pareció acusar los dolores de espalda que le martirizaron durante el fin semana. La lucha acabó con la primera parada del español en la vuelta 16, la marcada por la estrategia inicial a tres paradas.

Alonso regresó a la pista con espacio libre y comenzó a marcar buenos registros, al ritmo de los Ferrari, cargado hasta las cejas de gasolina. Pero el airelimpio se acabó cuando GiancarloFisichella efectuó su primeraparada y salió justo por delantedel asturiano. De nuevo batalla,tres vueltas, hasta que consiguiórebasarlo en Adelaida.

HEIDFELD, OTRA VEZ / Alonso emprendiónuevamente la caza deHeidfeld. Pero la encarnizada luchadurante más de 10 vueltas lehizo perder aún más tiempo.Heidfeld rodaba un segundomás lento que su compañero RobertKubica buscando trazadasque le permitieran tapar a Alonso,que llegó a tener el adelantamientocasi consumado en Adelaida,pero a costa de pasarse defrenada.

Al final lo intentó donde menosse lo esperaba el alemán, enla rápida chicane de Imola quese toma a 200 kilómetros por hora.Y lo consiguió. Pero habíaperdido demasiado tiempo trasel alemán. Además, su primerstint tan corto le obligó a pararantes que Heidfeld y Fisichella,que volvieron a salir de su segundaparada por delante.

Por delante, Kimi Raikkonenganó el pulso a Felipe Massa. Elfinlandés adelantó a Hamiltonen la arrancada y, con tres vueltasmás de gasolina que su compañero,salió por delante en lasegunda parada. Massa se quejóde los doblados en esos tres giros,pero sonó a disculpa. Hamiltonse alejó de los Ferrari en sutercera parada.