El francés Pierrick Fedrigo, del Bouygues, ganó a pie de los Alpes la decimocuarta etapa del Tour de Francia disputada entre Montelimar y Gap, de 180,5 kilómetros, la jornada previa al segundo día de descanso que mantuvo al español Oscar Pereiro con el maillot amarillo.

Siguieron las rebajas de julio en la etapa que puso al Tour cara a los Alpes y al pelotón al borde del descanso del lunes. No hubo diferencia de escándalo como en la víspera, pero si la suficiente para que todos acabaran contentos. El grupo no permitió los primeros intentos, sobre todo en el que intentó esconderse el americano Hincapie, pero se relajó con el que fraguaron 6 corredores en el kilómetro 40.

VETERANOS Tres corredores que ya han ganado etapas en el Tour, el italiano Commesso, el belga Verbrugghe y el alemán Kessler, junto al español David Cañada (Saunier), otro belga, Aerts y el francés Fedrigo desafiaron al fuego vertical que irradiaba el sol de la Provenza, entre innumerables curvas, con las montañas alpinas intuyéndose en lontananza. El quinteto sorteó el Col de Perty (2a), la principal dificultad del día con 5.40 de ventaja respecto a un pelotón donde se aplicaba en animar el ritmo el Quick Step de Tom Boonen, como si no descartaran una llegada masiva para su campeón mundial. El trabajo de la escuadra belga redujo el retraso a 4.15 a 42 kilómetros de meta y relajó al líder Pereiro y a todo el Illes Balears, que pudo darse un respiro. Unzue hablaba de "conservar el amarillo al menos 2 días".

Una curva a la derecha, en el kilómetro 141, fue el escenario de una espectacular caída de David Cañada, Rik Verbrugghe y Matthias Kessler. El alemán, ganador en Valkenburg pudo seguir, no así Cañada, con fractura de clavícula ni el belga, que cayó por detrás del protector de la carretera. Ambos fueron trasladados al hospital.

A pesar de los accidentes, la carrera siempre sigue, y lo hizo con la persecución decidida de un pelotón donde el Liquigas había tomado el relevo del Quick Step. Apenas 3 minutos de ventaja cerca del Col de Sentinelle (2a), cuya cima se encontraba a 9 kilómetros de meta. En la cuesta se quedó Aerts y el grupo principal apenas tenía a los fugados a 1.40.

La caza parecía inminente, pero Commesso y Fedrigo se vinieron arriba, negados a la entrega. Juntos volaron hacia Gap, unidos por la ilusión de la gloria. El italiano ya ha ganado dos etapas en el Tour, parecía el favorito por experiencia y veteranía, pero la juventud viene fuerte. El francés saboreó lo mejor desde su debut en categoría profesional en el año 2000.