Cuando Antonio Jesús Domínguez Galván nació en el Hospital Materno de Badajoz el 30 de diciembre de 1989, nadie se dio cuenta de que en el desarrollo del parto había surgido una complicación, y que ello iba a marcar su vida y la de su familia. ¿Para mal? «No, no. Yo soy muy feliz», dice el protagonista, un deportista y persona con mayúsculas, coinciden quienes bien le conocen, y contagiosa de humildad. Todo ello, envuelto en un excepcional caso de superación hasta alcanzar su actual estado de plenitud absoluto.

Con esos 27 años y una vitalidad a prueba de problemas, Antonio vive en su pueblo, Fregenal de la Sierra, y cada día se desplaza a Zafra a estudiar un curso de atención de personas con dependencia. «Yo espero trabajar algún día. Ya hice también otro de informática en Segura de León», cuenta este joven entusiasta y cariñoso. Él es el portero y capitán de la selección extremeña de fútbol 7 para paralíticos cerebrales y tiene a gala ser el meta menos goleado de la liga nacional durante tres años consecutivos, pero sobre todo es la persona con la que se puede tratar y conversar con absoluta normalidad, pese a la discapacidad que sufre.

Sus padres, Antonio y Ana, tardaron en recibir la confirmación definitiva de la parálisis unos meses. «No llegó el suficiente oxígeno», afirma el deportista rememorando todo. Empezó una lucha muy difícil, jalonada de desplazamientos a Badajoz para trabajar su psicomotricidad. Tiene dos hermanas mayores.

APRENDIZAJE HACIA AFUERA / La madre misma lo explica de una manera tan cruda como saludable. «Al principio los médicos nos lo pusieron muy negro y nos dijeron que había tenido un alto grado de sufrimiento. Pero luego vimos que él era espabilado y poco a poco nos dimos cuenta de que lo que tenía afectado era ‘solo’ parte motora», relata la madre. «Estuvimos más de cinco años yendo todas las semanas a Badajoz para su tratamiento, pero el esfuerzo mereció la pena. Al final te das cuenta de que aprendes tú de él. Su ejemplo de lucha es un gran orgullo para la familia».

La conversación deriva hacia lo realmente importante. Y es que el portero, admirador de Keylor Navas («el que esté en el Madrid será siempre el mejor», asevera) ha dado un paso adelante en su carrera deportiva. El pasado verano fue convocado para la selección española y disputó un clasificatorio en Dinamarca. «Fui suplente hasta que jugué el último partido. Ganamos 5-0 a Finlandia». No se le pasa un dato de su biografía ni tampoco que compartió habitación con su amigo, el cacereño Sergio Clemente, el otro extremeño en ‘La Roja’ de PC y ahora en el campeón, el Hércules de Alicante, al que se medirá el sábado en Montehermoso «para intentar que no me haga un solo gol, como el año pasado».

Antonio puede viajar solo, aunque requiere ayuda en acciones simples como sujetar cosas. De hecho, antes de la conversación con este diario, dice estar «un poco nervioso» porque el día siguiente --ayer--- va a volver a correr, como hiciera desde los 15 años. El atletismo fue su primer deporte, pero lo había dejado a un lado «porque no puedo llegar a todo, no tengo tiempo». «Voy a Almendralejo, a participar en una carrera de 2.000 metros con el club de El Bellotín». No se desgastará mucho, dice, porque lo realmente importante llegará con la liga nacional de fútbol 7 el próximo sábado y el domingo en la citada Montehermoso.

El meta entrena a diario con los cadetes del Frexnense de fútbol y juega también a fútbol sala y lo hace con absoluta tranquilidad. Desde el 2010 está en la selección extremeña. «El deporte adaptado me ha hecho muy feliz», insiste este hombre tan especial que ha sido homenajeado por sus amigos y su pueblo en el pasado mes noviembre. Al mismo tiempo que lo cuenta, nítido aunque con la voz diferente, hace pocas pausas y lo hace con convicción, aunque se emociona. Le hierven el sentimiento y la sangre. De gratitud y de orgullo por lo que vive cada día entre su gente, especialmente su familia y sus amigos.

«Es muy respetado y admirado por sus compañeros», dice Javier Mendoza, responsable de prensa de la Federación Extremeña de Fútbol y director del documental ‘Fútbol a otro nivel’ que se estrenará precisamente en el marco de la liga nacional. Antonio no lo ha visto aún. Pero lo verá y se emocionará fijo. Es el protagonista estelar, una estrella que se ilumina con su propia y contagiosa energía. Y no solamente en el propio campo de fútbol, sino en su actitud ante la vida.