Alguien me comentaba hace poco tiempo que hay personas importantes en el deporte extremeño que no han recibido el reconocimiento público que merecen. Son los casos de los tres presidentes que nos han hecho importantes en el deporte nacional. El trío pasó de la gloria a la miseria y terminó --en todos los casos han vuelto-- con la crítica y el dedo acusador en contra, ya que en sus respectivos finales los problemas económicos los devoraron y sus actitudes tuvieron sombras evidentes. Son los casos de José María Bermejo (Cáceres CB), Pepe Fouto (Mérida) y Pedro Nieto (Extremadura). En tiempos de crisis como los que pasamos, sería bueno reconocer cuál ha sido su importancia real y sus nunca bien ponderados méritos. Y, en efecto, a mí parece que Bermejo, Fouto y el ´reaparecido´ Nieto fueron dirigentes, ante todo, resolutivos. Sin ellos no hubiéramos disfrutado como lo hemos hecho. Ha pasado el tiempo y, ya ven, la nostalgia nos devuelve a la razón.