Más allá de los equilibrismos en las declaraciones públicas del presidente, José Manuel Sánchez, mucho se está moviendo estos días alrededor de quién entrenará al Cáceres Patrimonio de la Humanidad la próxima temporada. En las conversaciones de esta semana se ha avanzado sobre la posibilidad de que Ñete Bohigas continúe, pero es algo que todavía no está cerrado. En absoluto.

Al que ha sido técnico del equipo durante las últimas cuatro temporadas no terminan de convencerle las condiciones --no tanto económicas, sino de índole deportivo-- del proyecto del club, ni tampoco que no se le haya mostrado una confianza que cree que merece por su trabajo.

Sin embargo, los responsables del Cáceres saben que sería muy difícil explicar a la opinión pública que al menos no se le ofreciese la continuidad después de, según la mayor parte de los análisis, haber cumplido los objetivos esta temporada: una permanencia plácida en la LEB Oro.

No sería fácil empezar la campaña 2017-18 en falso, con un Bohigas que no disfrute un refrendo total interno, así es que todas las posibilidades todavía están abiertas. Para empezar, que el propio técnico diga que no a lo que se le ha propuesto.

Roberto Blanco, su hasta ahora ayudante y que supuestamente seguiría siéndolo en caso de renovación, se mantiene en la pole position como posible sustituto por su trabajo con la cantera, pero se consideran otras alternativas intermedias. El Cáceres dispone ya de una pila de ofrecimientos de entrenadores de mucho prestigio y experiencia.