La derrota ante el Jabones Pardo Fuenlabrada aún estaba en los comentarios de los jugadores del Cáceres en la mañana de ayer, cuando partían hacia Alicante para enfrentarse hoy al Lucentum (21.00 horas). La mitad de este microciclo en la Liga ACB les salió mal, pese al notable ejercicio baloncestístico que realizaron y el fenomenal apoyo recibido desde la grada. Ahora, la vigesimoséptima jornada se afronta de modo distinto y, seguramente, más adverso: se visita la casi inexpugnable cancha de una de las sorpresas de la competición con la obsesión de quitarse de la mente los fatídicos minutos finales del sábado.

Y es que no hay tiempo para lamentaciones. El Cáceres, en plena recta final por salvarse de la quema, encara un partido complicado, pero ganable , o al menos más asequible que los dos que le esperan después del parón del All Star, ante Tau Vitoria (fuera) y Pamesa Valencia (casa). Con el Fórum y el Casademont Girona mejorando su nivel, desde ahora cada derrota, sea de la naturaleza que sea, supondrá un clavo más en la tapa del ataúd verdinegro.

ALREDEDOR DE MUONEKE

En el centro de todo aparece Gabriel Muoneke, seriamente señalado como causante sobre la cancha de la última derrota. Sus compañeros han intentado arroparle, al menos públicamente, porque saben que gran parte de las opciones para la salvación pasan por tener enchufados en la pelea a los dos norteamericanos. Kevin Thompson lo está y sobre Muoneke, a menudo individualista y desconectado de la dinámica del equipo, todavía gira la duda, la misma que hay sobre el resto de la plantilla al respecto de su capacidad para jugar los minutos decisivos. El sábado fallaron, una situación que no se puede repetir si se quiere no acabar entre los dos últimos.

El rival no aterroriza --ya se le consiguió ganar en Cáceres (97-93)--, pero merece el respeto de su quinta posición y, sobre todo, de sus diez victorias consecutivas en casa. No se le nota su condición de recién ascendido gracias a la experiencia que están aportando Velimir Perasovic, Pablo Prigioni, Oriol Junyent y Lou Roe, y que jóvenes como Héctor García están cumpliendo. El único precedente en el Centro de Tecnificación es una victoria extremeña por 59-68 en la jornada inaugural de la temporada 2000-2001.