El Cáceres intentará pagar en los próximos días las mensualidades de marzo y abril y terminar de la mejor manera posible la temporada en el aspecto económico. Los jugadores, mientras esperan, tienen una oferta del club para que puedan marcharse sin tener que permanecer en la ciudad el próximo mes de mayo. El Cáceres, de paso, pretende ahorrarse así al menos parte de la última mensualidad y no tener que recurrir al dinero del aval federativo.

El gerente, Julio Espino, informó ayer que, tras el pago de una cantidad cercana a los 30.000 euros a la Seguridad Social este mismo mes, al organismo estatal "no se le debe nada" y que la temporada se puede cerrar sin sobresaltos finales.

"Estamos intentando negociar con los jugadores", añadió, para que éstos perdonen parte de mayo. "Con la mayoría hay visos de que puedan aceptar y puede haber incluso un principio de acuerdo", aseguró. En cualquier caso, aclaró, "no nos vamos a retractar de nuestras palabras y compromisos y cumpliremos".

La plantilla, a excepción de Sheals, Moya y Jiri Okac, termina contrato en el mes de mayo, y no entrena, como estaba inicialmente previsto, a la espera de que se rubrique un acuerdo.

Con ninguno de ellos se ha dialogado para continuar debido a la indefinición sobre los apoyos a recibir para la próxima campaña. Es ésta, precisamente, la mayor preocupación actual, a la espera de perfilar un proyecto que, de momento, cuenta con el liderazgo en la sombra de Teodoro Casado (presidente de la Fundación Cáceres), el propio gerente del club y el director deportivo, Felipe Fernández.