José Manuel Calderón anotó 6 puntos y dio 6 asistencias en el partido que ayer enfrentó a Toronto contra los Dallas de Dirk Nowitzki, con victoria final de los Mavericks (96-97) en los últimos segundos. El encuentro de ayer fue especial para el extremeño ya que se trataba de su partido número 100 en la NBA, aunque esta cifra le había pasado inadvertida hasta el momento de hablar con EL PERIODICO. "La verdad es que no sabía exactamente los partidos jugados", confesó el jugador extremeño unas horas antes de salir a la cancha. Considerando que disputa una media de tres partidos por semana, con frecuentes viajes a Estados Unidos, no resulta extraño que Calderón esté un tanto desconectado de la estadística.

Desde que aterrizara en Toronto a principios de octubre de 2005, muchas cosas han cambiado en la franquicia canadiense. Calderón llegó entonces como un desconocido que venía a forjarse un futuro en la NBA junto a Charlie Villanueva y Joey Graham, los otros dos novatos del equipo. Como ejemplo de la ilusión que estos jóvenes despertaron en Canadá, basta decir que los Raptors llegaron a regalar unas muñecas rusas con los rostros de los tres jugadores.

Balance positivo

Un año después, Graham sigue sin explotar y Villanueva milita en Milwaukee, mientras que Calderón es un campeón del mundo al que se asocia ahora con la etiqueta de EuroRaptors , sobre todo tras las incorporaciones el pasado verano del también español Jorge Garbajosa y el italiano Andrea Bargnani.

Tras 100 partidos en la mejor liga del mundo, Calderón considera que su mejor momento fue su debut oficial contra Washington Wizards, el 2 noviembre del 2005, cuando jugó 16 minutos. El peor recuerdo no es, en contra de lo que podría parecer, el susto que se llevó hace un mes cuando tuvo que salir en camilla del Air Canada Center. "Lo peor para mí fue la segunda mitad de la temporada pasada, cuando no podía estar a tope por la lesión en el pie y sentía que no podía rendir como se me exigía", confiesa Calderón. Los problemas físicos coincidieron con el despido de Rob Babcock, el manager que apostó por él, por lo que no pudo evitar sustraerse por completo a la inestabilidad que reinaba en el club.

Después de año y medio en la liga, Calderón señala a Steve Nash, base de los Phoenix Suns, como el jugador que más le ha impresionado. Y, aunque habla del Madison Square Garden de Nueva York como su pabellón favorito como visitante, reconoce que la afición de Dallas es la que más le ha impresionado.

Canasta al final

El encuentro número cien del villanovense lo recordará con cierta amargura: tras llevar una cómoda ventaja, los Raptors fueron remontados por los Mavericks, actuales subcampeones, que lograron la victoria gracias a una canasta en el último segundo de Josh Howard.