Su promedio goleador obligaría a Samuel Eto´o a haber marcado a estas alturas 26 de los 52 goles a favor que tiene el Bar§a para igualarle. Un poco más cerca, en su mismo grupo IV de la Segunda División B, el santeño Sabino tendría que llevar 16 y el madrileño Asen otros tantos. Raúl Castillo Rubio (Granada, 27 de abril de 1980) ha marcado el 50% de los goles conseguidos por su equipo, el Díter Zafra, hasta el momento. Y eso que el bloque de Rafa Rus es el menos realizador. De las 14 dianas que atesoran los azulinos , la mitad, 7, llevan la firma del delantero andaluz. Formado, a pesar de su cuna granadina, en el fútbol manchego, concretamente en el Caja Rural Alarcos, militó luego en el Chillón, en el Guadix (en Segunda B también), en el GRanada 74 y últimamente en el Maracena. Allí lo descubrió ese brillante cazatalentos en el que se ha convertido el joven secretario técnico del club segedano, el dombenitense José Luis Sánchez Andrade, y de allí se lo trajo para hacer historia.

Humilde donde los haya, Raúl Castillo resta importancia a sus números y responde con un "bien, muy bien. No me puedo quejar" cuando se le pregunta por la situación que vive. Aporta como clave del éxito personal "el buen ambiente que se vive en éste equipo, hay muy buena gente", pero lamenta la trayectoria del club porque "el equipo es el que va regular. Esperemos que seamos capaces de enderezar el rumbo".

Insiste en que "la verdad es que he tenido suerte de cara a la portería contraria y he conseguido siete goles. Es mérito de todo el equipo, yo sólo hago la parte final. Esperemos que siga la racha y que pueda contribuir con mi trabajo al reto de la permanencia".

Quizás por eso es de la opinión de "seguir luchando y peleando hasta el final. Lo tenemos mal, pero no es matemático y tenemos que seguir dándolo todo por estos colores". Luego se le habla de futuro, de lo que puede acontecer en un año en éste Díter y confiesa que no se ha planteado seguir: "No lo he pensado siquiera. Creo que lo primero es centrarse en salvar al equipo. Lo demás llegará por añadidura y cuando tenga que llegar. No sé si me iré o me quedaré". Eso sí, "no me importaría en absoluto si me tengo que quedar aquí. Ya he dicho que estoy muy a gusto, que hay un buen ambiente de trabajo y que me gusta estar en el Díter. Si llega el caso y se plantea la situación y me conviene quedarme lo haré encantado". Si acaso se queda un tanto frustrado porque sus goles, y los de sus compañeros, sólo han servido para que el Díter Zafra firme dos victorias. Curiosamente una en el Nuevo Estadio y la otra a domicilio. También logró los mismos goles en casa que fuera, 7.